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Pillada en bragas perdi mi dignidad
Fecha: 15/06/2025, Categorías: Bisexuales Tus Relatos Autor: Marcos polo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Con dieciocho años recién cumplidos era un chico tímido hasta la fecha no había tenido ningún contacto con el sexo era alto delgado con media melena y sin vello corporal aparentaba incluso menos edad que la que tenía en los estudios no me iba bien y mis padres me mandaron a una finca en verano a ayudar para que supiese lo que era el trabajo. El matrimonio en cuestión eran cincuentones diría que la edad de mis padres él un hombretón sobre el metro ochenta y cinco y corpulento ella una mujer con curvas y una altura alrededor del 1,70 ambos muy simpáticos y agradables y la verdad que muy atentos conmigo en todo. La vida normal era como si yo no estuviese en cierta medida ya que podía verla ella en camisón por las mañanas y ver incluso su ropa interior transparentada por aquellas prendas, el hombre darle una palmada en el culo besarla e incluso tócatearle el culo todo aquello como si yo no existiese. Por mi educación en mi casa todo aquello nunca lo habría visto, hacía un poco de todo pero nada excesivo ya que tenían unas pocas gallinas conejos y algo de terreno de huerta el hombre tenía un trabajo exterior y como norma parte del día lo pasaba con la señora. No tarde mucho en intentar espiar a aquella mujer y sin darme cuenta me convertí en un mirón espiando por cualquier sitio a aquella mujer cuando se agachaba cuando me enseñaba sus melones en definitiva era como mi despertar sexual ya que hasta ahora había estado bastante reprimido mi deseo. Un fin de ...
... semana en el que celebraban su aniversario el le trajo un conjunto de lencería que yo pude ver de refilón mientras supuestamente estaba en la cocina fregando los platos de la cena, y este le daba un buen soberton en sus tetas y en su culo sintiendo como mi pequeño pene se ponía de gran tamaño. Desde aquel momento mi calentura se hizo mayor al punto de que en cuanto me quedaba solo iba a mirar los cajones de la habitación de ellos, encontré infinidad de prendas femeninas sexys que me pusieron los dientes largos, preservativos lubricantes y para mi gran sorpresa llegué a encontrar un estuche con varios penes de diferentes tamaños y materiales, aquello me hizo subir la temperatura por supuesto no había visto nada igual y mi imaginación se echó a volar. Aquel hombre no tenía pene pensé yo en principio ya sabes cosas de niños entre otras cosas cojinas braguitas que aquella misma noche me puse para dormir y sentí por primera vez aquella sensación tan agradable con la tela de aquella prenda femenina, me masturbé esto ya lo había hecho anteriormente y me corrí enseguida dejando parte de mi leche en aquella prenda que por la mañana se había convertido en una mancha así que la escondí. Aquellas braguitas fueron acumulando restos de mis eyaculaciones así que las pasé por agua y las devolvía a su lugar cogiendo otras diferentes este ritual lo realizaba como mínimo una vez a la semana cuando ella bajaba al pueblo a quedar con sus amigas. Luego fueron cayendo otro tipo de ropa ...