Pillada en bragas perdi mi dignidad - Relatos Eróticos

Pillada en bragas perdi mi dignidad

... mujer mi pene reaccionó automáticamente y hinchó las braguitas dejando mi pequeño pene atrapado en la prenda. 

Yo miraba hacia abajo hacia el suelo mientras ella se sorprendía volviendo a comentar de que sin ninguna duda tenía un problema sobre mi sexualidad. 

La operación se repitió varias veces e incluso ahora ella era capaz de entrar mientras me duchaba y de hacerme perder toda intimidad como si fuese un capricho de esta. 

Poco a poco se ganó mi confianza y ahora ya sus preguntas sin darme cuenta las iba contestando, algunas tardes comenzó ella misma a hacerme poner ropas de ella. 

Había conseguido transformarme de alguna manera en chica y aquella sensación que sentía cuando lo hacía era muy agradable también la complicidad con ella me había llegado a el punto que podía verla a ella en bragas y sujetador como si fuese mi pareja o algo parecido. 

Margari: tú no sé si serás mariquita pero veo que todavía te gustan las mujeres porque te pones tonto a la mínima no sé qué dirá mi marido sí se entera de que te excita verme con poca ropa y que te dedicas a masturbarte en ropa interior femenina y vestirte con mi ropa. 


Aquello me aterraba por supuesto y se lo hice saber ella en aquel momento aprovechó para sacar beneficio de todo aquello. 

Margari: bueno es divertido ver cómo te transformas en chica verte pasear por aquí así tiene su morbo pero yo no termino de sacarle provecho. 

Aquello no terminaba de entenderlo pero  mi imaginación me llevaba a pensar ...

... que ella quería algo más así que me atreví a preguntarle. 

Yo: qué es lo que te gustaría. 

Margari: divertirme posiblemente con ese culito porque seguro que disfrutaremos las dos. 

Yo: ya pero yo no soy chica ni tampoco gay. 

Margari: que no eres chica no lo tengo claro y lo de gay tampoco. Alguien que le gusta vestirse con  lencería y ropa de mujer es algo mariquita y tiene que seguir explorando ese lado, seguro que así encontrarás tú camino. 

La mañana del día siguiente desayunando yo ya me había vestido como todas las mañanas y ella debajo de aquel camisón y sus bragas blandia un bulto. 

Al terminar de recoger mientras fregaba las cosas del desayuno en la pila ella se frotó tras de mí, sentí un escalofrío mientras sus manos me sujetaban por el pecho y me hacía sentir algo duro en mi culo. 

Margari: quieres probarlo quieres sentirlo quieres disfrutar como una nena. 

No me dio tiempo a mucho más mido girarme sentí sus manos como presionaban mis hombros y allí estaba ante un falo agarrado a su cintura que me diría aproximadamente lo que mi pene me mandó que me lo metiese la boca y empezase a chuparlo, yo atónito la miraba hacia arriba sin saber cómo hacerlo hasta que ella casi a la fuerza lo introdujo en mi boca. 

Comienza a chuparlo imagínate que es una primera polla que te va a follar el culito y tendrás que lubricarlo, me soltó con un tono de voz un poco subido. 

Torpemente comenzó a chupar aquel falo sin tener ninguna idea de cómo hacerlo y ...