LA NENA TIENE SUS AGUJEROS - Relatos Eróticos

LA NENA TIENE SUS AGUJEROS

... instaló sobre mi boca para que yo cumpla la específica tarea de lamer y chupar hasta que llegue a un nuevo orgasmo. Julieta me besó y lamió unos segundos, y se colocó sobre mí para cabalgar, metiéndosela hasta el fondo, pero con delicadeza… Por lo menos yo la sentí sobre mi pelvis pegada como ventosa. Luego comenzó despacio con la cabalgata, como acomodando la pija dentro de su concha…, y poquito a poco fue tomando velocidad…
Amalia, como siempre, una artista del polvo, se movía sobre mi boca de tal manera que yo tenía oportunidad no solamente de lamerle el clítoris y meter la lengua en la concha, sino que también me hacía llegar al culo para que lamiera el esfínter… ¡Una gloria!
No sé, ni le pregunté a Amalia, si tenía algunos jueguitos lésbicos con su hija, pero en un momento, al estar Julieta ensartada por mí y su mamá sobre mi rostro gozando de mis labios y mi lengua, pude intuir, de lo poco que veía, que Amalia tomó a su hija de los hombros y la besó en los labios… La nena al mismo tiempo amasaba las formidables tetas de su madre. Una mutua ternura por parte de ambas mujeres. Más allá de su relación sexual, no hay duda que se quieren mucho más que de madre a hija…
Yo estiré mi mano para apretarme el tronco a fin de no acabar en la nena, no porque pensara que podría quedar embarazada, sino para hacerla más larga…
Luego de su enésimo orgasmo, dejé que Amalia se levantara y coloqué a Julieta “a lo perrita”, como dice ella. La mamá se colocó boca arriba, sobre la cama, ...

... haciendo coincidir su entrepierna con el rostro de su hija y esta, febrilmente, se dedicó a chupar.
Si bien no me enanqué en Julieta, a fin de no pesarle, la embestí con todo. Ella está con las manos clavadas en la cama y los brazos levemente flexionados a fin de alcanzar la concha de su madre con la boca. Mis empellones fueron furiosos, pero la sostuve de los hombros para que no caiga, y no le resulte difícil mantenerse, sin verse obligada a poner su rostro contra la sábana, lo que le impediría chupar a su mamá.
Ahora sí. La voy a llenar…
-¡Ahaahhh! ¡Aahaha! ¡Ahaahhh! ¡Vaaaa nenaaa! ¡Te llenooo! – Debo reconocer que yo estaba entusiasmado en tener la pija dentro de tan hermoso ejemplar de hembra… 
-¡Si, si, si! ¡Te sientoooo! ¡Qué calentito! ¡Qué ricooo! – Julieta está tan entusiasmada como yo. - ¡Mamita! ¡Qué rico es coger con Dani!
-¿Viste, mi amor? ¡Yo te decía! – No sé si le decía o no, pero ahora ambas participaban del placer… ¡de mí placer!
Gracias a las pildoritas, mantuve la pija dura y continué con los empellones. Julieta no aguantó el ritmo de mis pijazos y se derrumbó sobre la cama. Seguí bombeando, aun con ella totalmente acostada, pero con el culo parado. Julieta había encontrado muy rápidamente la ubicación y el ritmo de una veterana cogedora. 
Como luego de acabar no le había sacado la pija, comenzó a chorrear, por lo que le hice señas a Amalia y me retiré. Amalia rápidamente se inclinó a sorber el semen que salía del interior de la nena…
Me quedé con ...