LA NENA TIENE SUS AGUJEROS - Relatos Eróticos

LA NENA TIENE SUS AGUJEROS

... intenciones de recuperarme entre ambas mujeres. Parece que ellas no necesitan recuperación, pues no interrumpieron sus mutuas caricias y refregadas, colaborando mi cuerpo, que estaba entre ellas, a sostener en alto el deseo sexual, dado que mi pija no dejó de ser destino de besos y lamidas. 
Amalia decide que es el momento de coger entre los tres, yo, su hija y ella. Parece que lo estuvo deseando desde hace rato. Empieza a pajearme y le toma la mano a su hija para que haga lo mismo. En un principio la nena no estaba muy segura, pero cuando comprendió lo que hacía su mamá, me tomó la pija con ambas manos, y adoptó un firme ritma de manuela. ¡Madre e hija me hacen sentir muy bien! Por momentos, Amalia me chupa el glande, y le indica a su hija que haga lo mismo. Julieta duda por momentos, no por falta de deseos, sino por temor a la inexperiencia, frente a la “sabiduría” de su mamá. Ésta le indica el modo de hacerlo, el placer que significa tener una pija que te gusta en la boca, lo sabrosa que es y lo aromática que resulta el sabor y olor a sexo.
-¡Chupa sin temor, amorcito! ¡A Dani le gusta mucho! – Amalia alienta a su hija. No teme la competencia… Por otra parte, Julieta sabe que a mí me gusta.
En pocos minutos, Julieta se convierte en hábil mamadora. ¡Lo lleva en la sangre! Se van alternando, madre e hija. Quiero que Julieta vaya reconociendo las travesuras sexuales que significa coger con frecuencia. Acomodé a la mamá de tal forma para un perfecto y cómodo 69. ...

... Julieta mira encantada…, una dulce sonrisa se le dibuja en el rostro cuando ve cómo, mutuamente, su mamá y yo nos chupamos y lamemos. La mamita se traga mi pija y lame los huevos, succionando uno por ves. Sus labios aprietan el escroto y la lengua lo lame complaciente. Mi cara de felicidad lo debe decir todo, pues estando boca arriba, con Amalia sobre mí, Julieta tiene el panorama de mi rostro, aunque no ve la cara de la mamá.
-Parece que mamita te hace muy feliz… ¿no? – La nena se agacha para hablarme.
-Si mi amor…, mamita es genial cogiendo…, espero que vos seas igual… - Dejo de chupar por un momento, para contestar a Julieta.
-¡Eso espero! ¡Jajaja! Aunque me va a ser difícil igualar a mamá… - Julieta no quiere ser competencia.
-¡Jajaja! ¡Seguro que vas aprender mucho de Dani en cuanto te ensarte…
-Pero más tiene que aprender de vos… - Le contesto a Amalia, para que sepa que como ella lo hace no será fácil encontrar a otra…
Más allá de la “conversación” con Julieta seguí chupando su clítoris y sacándole gemidos de placer que, por el rostro, la mirada y la sonrisa de Julieta, a esta le encantaba oír y presenciar…
Tal es así que, a pesar de mi escasa posibilidad de ver, nota como Julieta empieza a sobarse las tetas con una mano, mientras la otra recorre amorosamente clítoris y concha en su totalidad… Con los ojos entrecerrados, movía suavemente sus caderas, acompañando, de alguna manera, los movimientos de su madre mientras yo le chupaba y lamia clítoris y concha en su ...