LA VERDULERIA - Relatos Eróticos

LA VERDULERIA

... descargando semen… - ¡Huuuummmmmmm! ¡Siiiii! ¡Qué rica! Huumm… ¿Después me das más? ¿En mi conchita, papito? – La nena siempre quiere más…, y sabe que el semen va a la concha… 
Cuando la dejó perfectamente limpia, la saqué de su boca y, aunque fláccida, la pase por su rostro nuevamente: ojos, nariz, labios, mejillas… La recosté en el sofá y poniéndome de rodillas en el piso, la fui besando desde el cabello hasta los pies, de frente y de espalda… 
Marianela no terminaba de gemir y dar suspiros de placer…
-¡Aaaaaaaahhhhhh! ¡Sí papitooooo! ¡Me hagooooo! - Marinela no dejaba de orgasmear. Se meaba dos por tres. Yo tragaba todo. - ¡Me vengoooooooo! ¡Aaaaaaagggghhhhh!!! ¡Dios! ¡Diositoooo! – Yo andaba por su ombliguito… ¡Ni siquiera había llegado al monte de venus…! Claro…, besaba y chupaba la pancita y la giraba para meter mi rostro entre sus glúteos y mi lengua en el anito… La nena era estremecimiento puro… 
-¡Qué rico! ¡Ay papitooooo! ¡Metemela por favor! – Tengo una de sus manos en el cuello y la otra atrapando la pija. - Lo que pasa papito, que tu pija me encanta…
-¿Si fuera negra te gustaría? ¡Jajaja! – Supongo que no se hace problemas.
-¡Jajaja! Me gustan los negros, pero no las pijas negras…, pero… bueno… habrá que ser como dice mamá: lo mejor es ser bien puta para coger con todos…