Cuando pruebas te gusta - Relatos Eróticos

Cuando pruebas te gusta

... mí clítoris que estaba hipersensible llegaba al tercer orgasmo y mi cuerpo se convulsionaba y agitaba quedándome por un rato casi catatónica. 

Cuando me recupere comencé a chupar aquellos enormes pechos y poco a poco fui bajando a su entrepierna donde podía oler aquel aroma y donde muy lentamente comencé a meter mis labios como queriendo beber de aquel pozo mi lengua comenzó a recorrer todas las paredes del interior de aquel coño grande con un clítoris a su medida recogía una gran cantidad de flujo con mi boca qué parecía que se habría corrido ya mismo enseguida juguete con los aros y con su piercing y poco a poco me dediqué masas y clítoris donde vi que sentía más placer no tardó demasiado en tener un orgasmo que recogí ansiosa con mi boca para luego escupir como solía hacer mi marido en su coño y volver a recoger aquello la giré la puse de medio lado pudiendo ver por primera vez aquel esfínter mi lengua se fue acercando y parecía como si estuviese latiendo se entre abría como queriendo recibirla desde luego parecía como si tuviese un enorme almorrada y cuando mi lengua tocó su piel está comenzó a agitarse. 

Era extraño era como chupar una protuberancia pero el placer que ejercía sobre ella me daba todavía más ganas de seguir con aquella caricia mi lengua penetró aquel dilatado esfínter dándole un placer inmenso en pocos segundos tuvo su segundo orgasmo mientras yo seguía chupando aquel culo llegando a su raja y bajando una y otra vez la coloque boca abajo igual que ...

... ya había hecho conmigo y abriendo sus grandes nalgas al fondo pude encontrar su ano otra vez ahora intentaba morder aquella protuberancia estaba rabiosa quería ver cómo disfrutaba de mi boca. 

Mientras Jaime no perdía detalle con mi teléfono grabando aquella íntima lamida.

Conseguí darle dos orgasmos más momento en que dejando la boca arriba me puse en posición sesenta y nueve y mi cara se pegó aquella tremenda raja sintiendo como humedecía hasta su ano ahora los chupábamos una a la otra desesperadamente jugando con nuestros coños y buscando aquella caricia tan íntima del beso negro. 

Perdí la cuenta no sé si uno o dos orgasmos tuvimos más cada una para luego seguir abrazadas yo encima de ella como si fuese mi protectora. 

Carmen me propuso quedarme a dormir por supuesto pero algo que me llamó mucho más la atención fue que me iba a quedar con las ganas de poder follarme a su marido ya que esto quería que ocurriese delante de mi marido. 

Creo que también había tenido suficientes emociones para la primera encuentro y esto posiblemente fuese bueno para mi relación. 

La noche fue apasionada dormidos muy poco y el sexo estuvo presente cada pocas horas, que mi compañera trabajó era un tanto pervertida lo tuve claro cuando yéndome al baño a orinar se acercó ella y una vez que terminé me pasó la lengua para recoger los restos de aquel orín. 

Luego me besó la boca sentí aquel gusto salado que para nada desagrado, pero todavía yo misma estaba por sorprenderme cuando ...