TIENEN SUS GUSTOS… - Relatos Eróticos

TIENEN SUS GUSTOS…

... ver como la trataba a ella…, que lo primero que hizo, una regia mamada, orientó a las nenas hacia sus tareas, dado que nunca habían tenido en la boca una pija tan grande.
Julieta me montó, y les mostró como cabalgaba. La puse en cuatro y se la enterré en la concha y el culo. Le hice una cucharita, también por el culo y la concha, con besos y caricias.
Julieta está al tanto de todas mis “fechorías” sexuales, lo que le encanta, pero para las nenas fue el descubrimiento de un nuevo mundo. ¡No podían estar más admiradas y felices!
Julieta fue el partenaire que ocupaba todos los “espacios libres…” Por supuesto, ella misma, personalmente, les indicó como tienen que prepararse el culito para recibir la pija sin que les duela… 
Obviamente, yo podía tener la pija en una, la boca en otra y completar con las manos, pero siempre quedaba algún agujero sin uso. ¡Eso es lo que Julieta ocupaba con su boca o con sus manos! ¡Las nenas encantadas! 
Lo más notable fue cuando les arrimé la pija para que chuparan… ¡Nunca lo habían hecho! Los pendejos de la escuela, con los que cogían, estaban siempre apurados…
Las nenas son preciosas y dispuestas a todo. ¡Estaban aleccionadas por Juli!
A una, Mariana, rellenita y tentadora, con generosos labios mamadores, la acosté inmediatamente en el borde de la cama y me mandé tremenda chupada de conchita. La nena no tardó dos segundos de mearme todo…, todo, para mi placer… Yo le retribuí generosamente, poniéndole la pija a dos centímetros de la boca y ...

... largarle un minuto de lluvia dorada, que tragó complacida. Evidentemente, Julieta le había dicho que todo es parte del juego y que no se niegue a nada. Pero al final le gustó mucho, dado que lo primero que dijo cuando terminamos fue: “¿podemos hacerlo otra vez?”
Como mi principal intención es enterrársela a ambas, luego de hacer montar a Julieta, para que vean que no es doloroso…, y que se calienten, la ubiqué a Mariana…, y Julieta le ayudó a metérsela despacito hasta llegar a los huevos. Entre paréntesis, por lo visto cada vez es más difícil encontrar vírgenes… ¡ambas están desvirgadas!
Mientras cabalgaba Mariana, a Salomé, la otra nena, la acuclillé sobre mi boca. Esta también duró poco – me refiero “duró poco” antes de acabar -, pero de cualquier manera se la estuve chupando hasta la tercera meada, cuando Mariana se mandó tremendo orgasmo, de chica más desarrollada…, que me inundó la pelvis y la cama. Cuando Julieta acomodó a Salomé para cabalgar…, la sostuvo unos segundos suspendida sobre mi pija, para que le acariciara el clítoris con el glande…, la nena se desesperó…, acabando un par de veces…
-¡Dámela, dámela! ¡Metemela de una vez! – Fue cómico; nos reímos todos… - ¡Eso, eso! ¡Qué rico!
Como en el caso de Mariana, está desvirgada… ¡No sabía que me lo hacían tan fácil! Salomé resultó toda una amazona: cabalgaba como Calamity Jane, pero como si llevara un vaso de tequila en cada mano, pues bañó de fluidos mi vientre y mis muslos… Bueno, no hubo demasiada originalidad; ...