TIENEN SUS GUSTOS… - Relatos Eróticos

TIENEN SUS GUSTOS…

... mientras a una la tengo montada, cabalgando, a la otra la coloco en cuclillas sobre mi boca y a la tercera le meto los dedos en el culo, mientras le chupo…, el agujero que tenga desocupado. Las tres se van alternando para recibir todo el “tratamiento”. Esto lleva una buena hora.
Como en este caso Julieta está acompañada por un excelente par de nenas cogedoras, con todas tuve que repetir todo, y aunque solamente les llené la conchita y el culo una sola vez a cada una, todas quedaron muy satisfechas y con ganas de repetir lo antes posible.
Como tantas otras veces, quedaron encantadas y, sin solución de continuidad, al siguiente día, me buscaron con la “complicidad” de Julieta…, una para ofrecerme su hermana mayor… - 15 añitos -, y la otra…, para que “conociera” a su mamita…, muy interesada en mi “tratamiento”. Esta última, por suerte, es madre soltera, dado que el padre de la criatura, como buen hijo de puta, se había rajado.
Fue muy lindo todo. La nena me llevó a su casa, el día que la mamá dispuso y las dos se comportaron absolutamente genial, complaciéndome como si yo fuera premio nobel. 
Ambas me recibieron con lo mejor de lo mejor…: apenas un baby doll semitransparente llegando al inicio de los glúteos, luciendo la mamá, Sara, hermosísimas tetas, esplendoroso culo y levemente poblada concha de suaves pelos castaños…, y la nena, Luciana, exquisitos pezones y delicioso duraznito…, así que, sin más trámites me desnudaron camino al dormitorio, sentándome, de un ...

... empujoncito, en el borde de la cama, para entretenerse ambas con glande, troco y huevos, alternada y sucesivamente…
Gran esfuerzo hacía yo a fin de no acabar demasiado pronto, pues los cuerpos y actitudes de mami e hija, me habían súper calentado…
Mientras la pija casi explota mientras mama Sara, Luciana pide pista… La madre, generosa, le permite alternar. Yo estaba semi acostado, dado que la veloz actitud de las hembras, no me habían permitido acomodarme mejor. Ellas mismas me colocaron de espaldas y las alternadas mamadas me la tenían dura y palpitante, con los generosos culos a mi disposición para meter dedos, buscando adecuada dilatación. Sara rápidamente me montó. Le indiqué a Luciana que se acuclillara sobre mi boca, y así estuvimos varios minutos, hasta los correspondientes orgasmos. Yo me contenía apretando la base del tronco: ¡quiero acabarle en la boca a la nena! 
Mientras tanto, Sara me montaba, sacudiendo sus tetas sobre mi cara, mientras Luciana se había acostado entre mis piernas, tras la madre, y chupaba mis bolas y le lamía el culo. En pocos minutos Sara acabó, bañando mi pubis, relajándose un par de minutos, desensartándose y dándole lugar a su hija, quien prontamente se auto horadó, en furiosa cabalgata. Yo seguí tratando de retener mi eyaculación, apretando la base del tronco. Sara y Luciana se alternaban en la cabalgata, mediatizando los respectivos orgasmos. Ante tantas ardientes sacudidas, las hice que se alternaran sobre mi boca, así que no sólo las tenía ...