1. El cumpleaños 30 de mi amiga


    Fecha: 24/07/2025, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Karen Hernández, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... arriba abajo y le dije que la entendía. Se veía bomba total.
    
    —Y no es la primera vez, ¿verdad? —le solté, medio adivinando.
    
    Ella se mordió el labio y bajó un poco la mirada, como jugando con sus pensamientos.
    
    —Mira… te voy a contar algo que no le digo a nadie. A él siempre le ha gustado cómo me visto. Desde que lo conocí. Cuando uso vestidos ajustados, faldas cortas o blusas con la espalda descubierta, no me lo dice de forma vulgar… pero se le nota. Me mira diferente, como si me desnudara solo con los ojos. Una vez me compró un suéter blanco, suavecito, con cuello alto pero que se amoldaba perfecto a mi figura. Me dijo: "No enseñas nada, pero igual matas."
    
    Yo me reí, entre divertida y nerviosa, porque el tono con que lo decía era tan natural… tan encantadoramente atrevido.
    
    —¿Y tú cómo reaccionas? —le pregunté, ya clavada en su vibra coqueta.
    
    —Pues… lo disfruto. Me gusta provocar, ¿sabes? —me dijo mientras acariciaba el tallo de su copa de vino con los dedos—. Me hace sentir deseada, viva. A veces cuando voy a su casa y llevo jeans ajustados o tops cortos, me dice cosas como "Ese color te resalta las caderas… te queda increíble" o "No sé si lo haces a propósito, pero cada vez te vistes más hermosa."
    
    Yo la escuchaba entre asombrada y fascinada. La forma en que me lo contaba era como si estuviera recordando escenas de una novela secreta, cargada de tensión y deseo no dicho.
    
    —¿Y nunca ha pasado nada raro? —le pregunté con cuidado.
    
    Ella me miró, ...
    ... sonrió con cierta malicia y me dijo:
    
    —No... nunca nada raro. Pero hay una electricidad cada vez que nos cruzamos. Como si compartiéramos un pequeño secreto. Y ese regalo de cumpleaños… fue su forma de decirme "quiero verte como me imagino que luces en mis fantasías."
    
    Nos quedamos en silencio unos segundos, mirando la decoración, el cielo que ya se oscurecía. Luego brindamos bajito, con una sonrisa cómplice.
    
    —Pues si eso era lo que quería —le dije—, le diste justo en el gusto… porque te ves brutal.
    
    Ella me guiñó el ojo y dijo con voz bajita:
    
    —Y eso que no ha visto cómo me queda el conjunto rojo de encaje que me regaló hace dos meses… 🙊
    
    Cuando me dijo lo del conjunto rojo de encaje, no me aguanté. Me acomodé más cerca de ella, bajando aún más el tono, como si el simple hecho de nombrarlo pudiera despertar algo prohibido entre nosotras.
    
    —A ver, a ver… ¿qué es eso del encaje rojo? ¿También fue regalo de él? —le pregunté con una sonrisita de curiosidad traviesa.
    
    Ella se rio bajito y asintió, dándole un sorbo a su copa.
    
    —Sí… fue hace como dos meses. Me llegó en una cajita chiquita, con un moño dorado. Adentro venía ese conjunto de encaje… rojo pasión, delicado, con transparencias. Nada vulgar, ¿eh? Finísimo, pero demasiado insinuante. El brasier tenía estos detalles bordados en forma de flores, y la parte de abajo… bueno, era una tanguita apenas sujeta por unas cintas que se amarran de lado. Literal, te lo puedes quitar con solo tirar de un lacito.
    
    —Ufff ...
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