Las consecuencias de un lamentable descuida - Relatos Eróticos

Las consecuencias de un lamentable descuida

Las Consecuencias de un lamentable descuido
Muchas veces he escuchado que la realidad supera a la fantasía, y muchas historias que he leído, en este y otros sitios, me parecen una fantasía, sin embargo en otras se percibe que son reales y otras muy reales. Esto que les voy a relatar es real y por mucho tiempo me parecía un sueño o un imposible que hayamos sido capaces de hacer tal cosa mi mujer y yo, pero sucedió y había que aceptarlo. De esto hace ya bastante tiempo, y hace poco supe de éstos sitios para publicar relatos por eso lo quiero compartir y leer sus opiniones, sean positivas o negativa.
Para que me entiendan tendré que explicarles algo de nosotros, y esto hará el relato un poco largo, pero ojalá tengan la paciencia de leerlo.
Somos de una comunidad del estado de Michoacán llamada Chucandiro, a unos 50 kms de Morelia. Como es común en estos lugares, los hombres somos muy machos y celosos y yo no fui la excepción.
A mis 19 años tuve una novia de 16 en el pueblo, no era una belleza pero si muy simpática y con muy bonita figura, así eran las mujeres de su familia que a propósito, no me querían, por ese motivo durante 2 años sufrimos en nuestro noviazgo, era muy complicado vernos. A mis 18 años comencé a trabajar en una empresa que vende botanas y papas fritas anunciadas con una carita sonriente, de las que dicen: "A que no puedes comer solo una". Mi ruta era foránea y me iba medianamente bien, y cuando tenía año y medio laborando me ofrecieron una ruta en ...

... Morelia, pero tendría que mudarme a la ciudad. De inmediato acepté y me fue bastante bien, así que le dije a Elena mi novia-- "Vamos a casarnos y nos vamos a vivir a Morelia ¿Como ves?" --ella aceptó y solo tuvimos que esperar 6 meses a que cumpliera su mayoría de edad para casarnos, pues como ya mencioné, su familia no me quería.
Durante esos 6 meses solo la veía los fines de semana, pues ya me había mudado a Morelia ya independiente de mi familia. En cuanto Elena cumplió sus 18 años nos casamos a pesar de la oposición de su familia y con molestia de la mía. Ella con 18 años siendo virgen aún, yo 21 y no hicimos fiesta ni nada por el estilo, simplemente nos casamos al civil y nos fuimos a casa. Como testigos de ella firmó una tía, hermana de mi suegra y otra persona. Como testigos míos firmaron Miguel y Javier, de los que les platicaré después, ya que hay un asunto con ellos, pero esa es otra historia. De inmediato me la llevé a Morelia conmigo con solo lo más indispensable y poco a poco nos hicimos de muebles y demás cosas.
Teníamos como dos meses de casados cuando llegando de trabajar, encontré a Elena acompañada de su tía Esperanza, la que le firmó como testigo y que era la única de su familia que me aceptaba. Esperanza era una mujer de 28 años, 10 años mayor que Elena y 7 más que yo. Era muy hermosa, muy bien formada y de un carácter firme pero amable. Era divorciada y tenía una hija de 10 años; Salvador su ex esposo era un individuo de esos que se sienten galanes y deseados ...