Las consecuencias de un lamentable descuida - Relatos Eróticos

Las consecuencias de un lamentable descuida

... por las mujeres. Este hombre, aunque muy bien parecido era un irresponsable, mujeriego y borracho, un bueno para nada, así que el matrimonio de la tía Esperanza fracasó. Al ser tantos los agravios que Salvador le causó, Esperanza le pagó con la misma moneda con dos sujetos, obvio en diferentes ocasiones. Salvador no pudo soportar la afrenta y apoyado por su familia decidió divorciarse e irse de Chucandiro muy avergonzado. Esperanza se quedó afrontando la crítica de la gente que la señalaban de adultera y mala esposa, cuando irónicamente a él le reían el chiste diciendo: “Es que es muy enamorado”. Comento esto porque tiene trascendencia con mi asunto, pues ése día que las encontré platicando, en cuanto me vieron cambiaron de conversación de manera muy evidente. Yo insistí en saber de qué platicaban y finalmente Esperanza accedió a decirme, pero primero me preguntó algo, y en resumen fue esto:
"¿Tu qué piensas de mi Alberto?"
"Pienso que eres una gran mujer, muy bonita y al ser el único familiar de mi esposa que me acepta, te aprecio mucho".
"¿No crees que soy una cualquiera por lo que le hice a Salvador?"
"Yo pienso que él se merecía eso y más. Mira Esperanza, yo soy de mente muy abierta y pienso que hombres y mujeres tenemos los mismos derechos, así nos dijo el juez a Elena y a mí el día que nos casamos y yo pienso lo mismo. Salvador te ofendió mucho andando con cuanta mujer podía, entonces ¿Con que derecho te exigía fidelidad? Lo que hiciste me pareció justo, así él ...

... supo lo que tu sentías".
Esperanza se me quedó mirando, como valorando si creerme o no. En su momento yo también la juzgue mal, aunque no lo hablé con nadie. Pero ahora la apoyé porque Esperanza me atraía muchísimo y le traía ganas, y es que como siempre me saludaba de abrazo y beso en la mejilla su cercanía me hacía fantasear, tanto así que me imaginaba lo que sería tenerla. Cuando me daba ese besito de saludo se lo correspondía con otro beso en la mejilla, pero muy cerca de su boca y al no mostrar ningún desagrado me imaginaba que le gustaba y que algún día podría lograr algo más con ella. Ahora estando divorciada cría que sería más fácil encontrar una oportunidad, pero no tenía experiencia y no sabía cómo buscar dicha oportunidad. Es por eso que en esta conversación quise que ella me viera como alguien de mente abierta con quien pudiera tocar cualquier tema por delicado que fuera, pero no me esperaba lo que a continuación me dijo--
Mira Alberto, a Elena la quiero mucho; es mi sobrina pero para mí es como mi hermana menor y no quiero que le pase lo que a mí. Tu sabes que nadie te quiere de su familia y si ella fracasa contigo no la van a apoyar, por eso vine a platicar con ella y quise aconsejarle algo para que ustedes lo platiquen después, pero ya que estás aquí te lo voy a decir, espero que lo aguantes y espero que de verdad si seas de mente abierta, porque te va a hacer falta. A Elena le pareció bien lo que le dije y está de acuerdo, pero a ver qué piensas tú.
--Me sentí ...