El ascenso de mi amiga: Le encanta serle infiel a su esposo y se vuelve la putita de su jefe
Fecha: 31/07/2025,
Categorías:
Confesiones
Tus Relatos
Autor: Karen Hernández, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... Y más ahora con lo del ascenso, que sí… ¡ya es prácticamente un hecho! Solo quedaba esa cita para hablar de los “detalles finales”.
Entonces, amiga, llegó el día. Esa mañana, mientras se arreglaba en el baño con su espejito de aumento, se recogió el cabello en una coleta alta, dejando unos mechones sueltos a los lados, apenas un poco de maquillaje (lo justo para resaltar su mirada), y se puso unos aretes de aro medianos dorados que combinaban perfecto con el collar que siempre lleva puesto.
Cuando salió de la habitación, su esposo ya estaba en la cocina y la vio pasar con ese vestido. Me cuenta que él la miró de arriba abajo con una ceja levantada y le dijo:
—“¿Y esa elegancia para un viernes?”
Y ella, sin dudarlo, con su sonrisa pícara de siempre, le respondió:
—“Tengo una cita con mi jefe. Quiere hablar en privado sobre el ascenso.”
Según me dijo, él la miró fijamente por unos segundos, como procesando lo que le acababa de decir, y le contestó:
—“Bueno… solo puedo decirte que luces increíble. Ese jefe tuyo va a tener que subirte dos puestos después de verte así.”
Ella se rió, le dio un beso en la mejilla y agarró su bolsito cruzado marrón, el mismo de siempre, con su celular, gloss, y su perfume favorito de vainilla suave.
Apenas salió, ahí estaba su jefe, esperándola en un auto negro bastante elegante. Él bajó, le abrió la puerta como todo un caballero, y le dijo:
—“Gracias por aceptar venir. Hoy quiero que hablemos más a fondo… con ...
... calma.”
Se fueron a un restaurante reservado, de esos con iluminación tenue, música jazz de fondo, y mesas con manteles gruesos color vino. Ordenaron algo ligero: ella pidió salmón con verduras al vapor y él, un filete con ensalada. Y entre copa y copa de vino blanco, comenzó la conversación.
Él le explicó que el nuevo puesto sería algo más estratégico, no solo publicidad. Incluiría representación de marca, relaciones con patrocinadores y coordinación de eventos online y presenciales. Sería la imagen principal de la radio en muchos sentidos. Y ahí, él le dijo con claridad:
—“Mira, tú tienes algo que pocas personas tienen. Esa presencia, ese estilo que hace que la gente escuche, se quede y recuerde. Lo único que te pido es que sigas siendo tú. No cambies tu forma de vestir. De hecho, si alguna vez te pido cierto estilo para ciertos eventos, es porque sé que eso atrae miradas, genera conversación, y da resultados. Pero nunca será algo fuera de lo que ya eres.”
Ella me confesó que se sintió segura. No hubo ningún comentario fuera de lugar, ni presión, ni segundas intenciones. Solo una propuesta directa y abierta. Su jefe le dijo que confiaba en su criterio, y que le estaba dando una carta abierta para destacar aún más.
—“Yo te apoyo. Pero necesito que tú te lo creas”, le dijo.
Y ella, entre nerviosa y emocionada, le sonrió y respondió:
—“Ya me lo estoy creyendo…”
Después de cenar, él la llevó de vuelta a su casa, sin más. Un adiós con una sonrisa y un “Hablamos el ...