Amor lésbico - Relatos Eróticos

Amor lésbico

... duchando ella entró en mi misma ducha. 

Señora. Pensé que no te volvería a ver que te habrías asustado por lo que te dije el otro día. 

De mi boca salieron palabras titubeantes. 

Yo. No me encontraba.       Muy.  Bien.        Y me quedé en casa. 

Señora. Sabes que tienes un bonito cuerpo imagino que lo sabes. 

Otra vez me puse colorada me di la vuelta como queriendo dar la espalda y entonces sentí sus manos acariciar mis hombros. 

Me encantaría acariciar todo este cuerpo y darte placer. 

Me di la vuelta para decirle que yo no era lesbiana. 

Momento en el que ella me dijo que tampoco lo era dándome un beso en los labios. 

Me quedé muy turbada sentí un calambre cuando sus labios se posaron en los míos y volvió a hacerlo esta vez posando sus dos manos en mis pechos mientras los acariciaba y jugueteaba con mis pezones volvió a besar mis labios pero esta vez aquel beso fue más allá ya que su lengua comenzó a obedecer mis labios poco a poco mi boca se entre abrió y deje entrar aquella lengua que enseguida comenzó a moverse en mi boca buscando mi lengua que también quiso entrelazarse con la suya. 

Me sentía mareada excitada una sensación muy extraña durante unos segundos me  vi desfallecer. 

Tiernamente se come cuerpo y después de vestirnos ambas volvió a besar mi boca dándole yo sin ningún complejo mi lengua salimos cada una por un lado a nuestro domicilio a nuestra casa yo sentía mi chichi húmedo aquella sensación me había dejado completamente ...

... paralizada. 

Ya en casa después de cenar tuve que tocarme hacía mucho tiempo que no lo hacía y metí mis dedos con saña de mi vulva intentando satisfacer mi ardor. 

No sabía cómo comportarme ante aquella mujer había caído posiblemente en su red y acudí a la piscina con un calentón extraordinario sin saber qué es lo que esperaba o buscaba. 

Señora. Hola qué tal te encuentras ni siquiera nos hemos presentado yo soy Marta. 

Yo. Sí tienes razón yo me llamo Laura.      

Marta dio un paso al frente y cogiéndome por la cintura beso mi boca entregándole yo mi lengua sin ningún complejo. 

Marta. Espero que seamos buenas amigas y no te preocupes que de esto tu marido no se enterará será nuestro secreto y espero que lo disfrutes. 

Me desnude como nunca lo había hecho antes cara aquella mujer sin importarme que me viese desnuda y cuando me quité mis braguitas ella la recogió llevándoselas a su nariz. 

Marta. Huele muy bien me encanta. 

Yo no dije nada simplemente continúo desnudándome mientras ella no quitaba ojo a mi cuerpo me sentía ciertamente un poco ruborizada pero a la vez liberada porque aquella mujer tenía un aura muy sensual. 

En la piscina nos comportamos como dos  personas extrañas aunque cruzamos nuestras miradas y sin ninguna duda deseosas. 

Ya en el vestuario una vez desnudas las dos nos besamos como locas deseaba aquella mujer no sabía cómo pero me gustaba besarla ella comenzó a comerme mis pechos y aquello me desató completamente enseguida ...