Amor lésbico - Relatos Eróticos

Amor lésbico

... buscando mi clítoris por encima de aquel tanga. 

Empecé a gemir sintiendo la respiración muy agitada empezaba a sentir placer aquella mujer sabía cómo tocarme. 

No me importaba que aquel hombre me mirase me sentía realmente a gusto con Marta y imaginaba que aquel hombre tenía que estar disfrutando de lo suyo. 


Me dejó bien caliente con las bragas completamente empapadas y ahí quedó la cosa ya que no continuó nos pusimos a cenar mientras podía sentir como Marta se aprovechaba de mi cuerpo dejándome constantemente al borde del placer final. 

Yo intentaba tocarla pero ella rehusaba mis caricias simplemente llevaba ella la voz de mando así que por supuesto yo me dejaba hacer ya después de cenar tomando el café continuó ahora quitándome las braguitas lentamente por primera vez me iba a haber otro hombre que no fuese mi marido mi vulva mi concha mi coñito. 

Estaba tan caliente que no me importaba enseñar mis encantos aquel hombre cuando retiró las braguitas se las entregó a Ricardo este las olió primero y luego pasó la lengua por la zona que había estado en contacto a mi vulva aquello me pareció algo muy provocador y excitante no perdí de vista sus movimientos de lengua en la prenda que me había quitado. 

Levantando mis piernas en alto y dejando mi culo al borde del sofá comencé a sentir aquella lengua como hurgaba en mi vulva buscando mi clítoris y llegando en ocasiones a mí ano algo que jamás había sentido. 

No tardé en caer en un orgasmo seguido de otro ...

... quedándome con los ojos en blanco y con un tembleque por todo el cuerpo Marta luego besó a su marido como dijo ella para que saborease mis jugos. 

Cuando me recupere sabía lo que tenía que hacer así que me senté encima de Marta mirándola y comencé a comer su boca pellizca su pezones y quité el vestido por encima su cabeza amasando sus gordas tetas. 

Bajé a su entrepierna me di cuenta que el conjunto de lencería era el mismo que el mío y a través de la prenda sentí el calor de su vulva pasé mi lengua olía de maravilla entre perfume y sexo. 

Cuando retiró su braguita hice lo mismo que había hecho su marido demostrando que estaba caliente sentí por primera vez el sabor de un coño o por lo menos de la humedad que había dejado en aquella prenda. 

Y acerqué poco a poco aquel tremendo coño oliéndolo mientras mi lengua hacía contacto con sus labios vaginales enseguida sentí la humedad y el calor de aquella vulva y en qué mi lengua para recoger todo aquel flujo que desprendía yo también le regalé un par de orgasmos que me los agradeció besando mi boca. 

Después charlamos un rato completamente desnudas las dos delante de aquel hombre mientras Marta me preguntaba qué tal había sido la experiencia yo no supe contestar otra cosa que me había encantado y que quería repetir mil veces ya que me parecía completamente distinto a hacerlo con un hombre. 

El marido se levantó para traer unos tragos yo le dije que no solía beber ya que me ponía enseguida piripi pero aún así me ...