CADA CUAL CON SU AGUJERO - Relatos Eróticos

CADA CUAL CON SU AGUJERO

Polvo tras polvo hasta las 9 de la noche. A esa hora, ambas tienen una propuesta:
-Dani, tesoro… ¿querés hacerlo con mamita? – Fue la mayor, Malena, quien me lo propuso. – Ella está muy aburrida. Papá se queda en la chacra toda la semana…, y a veces ni en el finde viene… Si vos la atendés como a nosotras…, se pondrá muy contenta…
-No tengo ningún problema. – No conozco a la madre, pero si las hijas son así, no dudo que la mamá debe estar tan buena como las hijas… - Pero… ¿dónde está?
-Ahora la voy a buscar. Papá ya debe estar atendiendo. 
-¿Atendiendo? – Me sorprendió.
-Si…, bueno…, lo que pasa que a veces se queda en la gasolinera unas horas… - Violeta me explica… - En realidad…, - no digas nada por favor -, pero papá se queda un par de horas más, aunque esté el empleado… 
Violeta duda de seguir explicando. Estábamos haciendo una cucharita con la hermana. Mientras la tenía clavada por el culo, nos podíamos besar y yo le podía meter los dedos en la concha. Violeta, tirada sobre la cama me lame el escroto…
Me quedé cogiendo con Malena, cuando la hermana fue a buscar a la mamá. 
-¿Qué me decía Violeta? – Me había quedado en la mitad de la explicación.
-Viole te estaba diciendo que, en realidad papá se queda en la estación, aunque esté el empleado, porque una mujer que trabaja en la telefónica, convenció al marido de que tiene un par de horas más de trabajo de vez en cuando, para encontrarse con mi papá…, y cogen en la propia telefónica…, luego de la 1 de la ...

... madrugada…
-¿Y a tu mamá la larga dura? - ¡Qué kilombo qué es este pueblo!
-Bueno…, no siempre… Varios días a la semana viene en hora…, y le da el gusto a mamá…, aunque a veces no tiene ganas…, porque viene de coger con la otra…
-¿Y ustedes no le dicen nada? – Me llama mucho la atención esa indiferencia…
-Es que…, bueee…, mamá no se queda tranqui…, tiene lo suyo…, con el ferretero, que vive al lado de casa…
-¡Aaahhh…! ¡Cada uno lo suyo! – Realmente el pueblo es un kilombo…
-Si, así… Así es en todas partes… ¡Nadie se pierde nada! – Malena me explica. - ¿Viste como todas las mujeres quieren coger con vos? Bueno, eso pasa siempre…
-¡Ah! ¡No es porque les gusto! ¡Es porque tienen el vicio!
-¡No, no, noooo! – Las dos, Malena y Violeta se lanzan encima de mí a besarme y acariciarme. - ¡No Dani, no! ¡Con vos es distinto! ¡A vos te quieren todas! – Tratan de convencerme.
Violeta había regresado sola. 
-Mamita… está ocupada… - Sonríe picara. – El ferretero está en casa…, pero pronto se desocupa. Y viene… Le entusiasmó cuando le dije que vos la llamabas…
-¡Jajaja! Está bien, no importa… ¡Con estar entre las piernas de ustedes ya tengo bastante! – Las beso, manoseo, acaricio. Les meto los dedos en concha y culo… ¡Les muestro todo mi amor!
-¡Papito! ¡No hay otro como vos! – Ambas quieren hacer puntos. Sus manos y sus bocas están en todas partes de mi cuerpo…, especialmente en los genitales…
Violeta vuelve a su casa. Sin duda prefiere que a su madre me la coja yo, en lugar del ...