PRIMAVERA: La tercera edad como la primera.
Fecha: 14/08/2025,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... hacemos…, porque si no me quedo sin semen…
-¡Amorcito! ¡No hay apuro! ¡Nos quedamos todo el tiempo que haga falta!
-Es que…, no tengo dinero para tanto…
-¡No importa! ¡Yo pago todo! ¡Lo más importante es que me la metás por todos los agujeros! – Mi “abuelita” me besa y acaricia todo. – Aunque ahora no estoy para acrobacias, puedo acomodarme para que me la metás en todas partes…
-Es que…, Tini, mi amor… ¡quiero metértela donde más te guste!
-¡Mi bebé precioso! – Ella sigue besándome, ahora en el cuello, las orejas, los pezones. - Toda mi vida, desde que naciste, soñé con tenerte en mis brazos, entre mis piernas, acostado sobre mí…, o yo cabalgando sobre vos… ¡Nada más hermoso que hacer el amor con vos!
-¡Tini! ¡Cómo te amo! – La tenía boca arriba, con sus piernas apoyadas en mi pecho. La pija entraba y salía de su cuerpo, concha y culo. - ¡Si lo hubiera sabido desde chico, como te habría besado y acariciado toda, aunque otra cosa no pudiera hacer!
-¡Mi amor! ¿Te acordás cuando mami tuvo que viajar por el tema de la hipoteca? – Seguíamos con las caricias y los besos. – Vos recién habías comenzado la primaria…, chiquitito y precioso…, como ahora…, aunque ya no sos chiquito…, ¡jajaja! ¡Ni la tenés chiquita! Bueno… ¿te acordás?
-Y…, más o menos…, yo estaba un poco confundido… Nos habíamos mudado y no conocía a ningún chico de esa escuela…
-¡Si, mi amorcito! ¡Estaba bastante triste y preocupado! Pero estuviste en casa casi una semana. ¿Te acordás? El abuelo había tenido ...
... que viajar, como tantas otras veces… ¿Te acordás? Como estaba sola te hice dormir conmigo…, y te abrazaba fuerte…
-¡Si Tini! ¡De eso me acuerdo! ¡Qué lindo era dormir con vos! ¡Nunca lo olvidé!
-¿Te acordás que hacíamos? ¿Cómo nos poníamos para dormir?
-¡Siiiii! ¡Genial! ¡Nos desnudábamos todo!
-¿Y? ¿Qué más?
-¡Jajaja! ¡Me dabas la teta para que te la chupe! ¡Cómo me gustaba eso!
-¿Y qué más?
-¡Te acostabas de costado, dándome la espalda, con el culito bien apretado contra mi…
-¿Y? ¿Qué otra cosa?
-¡Jajaja! ¡Me enseñaste a chuparte la conchita!
-¿Y yo qué te hacía? ¿Te acordás?
-¡Claro! ¡Cómo me voy a olvidar! ¡Me chupabas el pistolín! ¡Jajaja!
-¡Y bien que te gustaba! ¡Chupamela más, abuelita, me decías! ¡Pícaro mujeriego desde chiquito!
-¡Es que me gustaba tanto!
-¡Jajaja! ¡Eras tremendo! ¿Te acordás cuando Manuela, la cocinera, trajo a su nenita? Un año más grande que vos; ya estaba en primero superior, como se llamaba segundo por entonces… ¡En la primera oportunidad te la llevaste debajo de la escalera! ¡Hiciste que te chupara el pito y vos le chupaste la conchita!
-¡Y bien que le gustaba! ¡Siempre quería repetir!
-¡Sin duda! Cada vez que la mamá la traía, lo primero que hacía era preguntar si vos estabas.
-Pero no te olvidés que fuiste vos quien me enseñó esos “jueguitos”.
-¡No te costó nada aprender! ¡Jajaja! Andabas terminando la primaria y no había nena que viniera a casa…, por lo que sea, que si vos estabas… ¡zas! ¡debutaban, sí o sí!
-¡La vida hay ...