1. Un sueño selvático con mi hermana


    Fecha: 16/08/2025, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Berlith, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... sonriendo sabiendo que Andrés la estaba comiendo a punta de besos y lamidas hasta el plato fuerte. Un chillido femenino de placer se oyó por la casa mientras ella trataba de sujetar el cabello del amante que no paraba de lamer y succionar el clítoris y la vagina de la mujer que rendida soltaba todo esfuerzo de detenerlo cuando un eléctrico orgasmo circulaba por sus nervios hacia su cerebro. “La desarme” pensó el macho lujurioso que arremetió, como siguiente paso, con su falo en el interior de la hembra. “Como luchar contra ello” pensó Susana solo se dejó llevar, cosa que no estaba acostumbrada puesto tenían ambos que guardar las formalidades cuando vivían en la casa paterna. Pero aquí, es la ley de la selva, su libertad. Tenía que obligarse así misma a cambiar a un nuevo entorno sin restricciones de ahora en adelante. Así que ella empezó a mover sus caderas con el falo incrustado dentro y haciéndole frente hasta llegar ambos al clímax de su acto. Al final ella sintió la felación inundando su vientre alegremente mientras Andrés se desplomaba sobre ella para arrancarle varios besos pervertidos.
    Todo concluido y ambos tendidos sobre su cama, Andrés comenzó a narrarle a su pareja los tiempos cuando se sentía solo. Las pajas que se tiraba en honor a su recuerdo. En cuanto se esforzaba para construir esto, Señalando con la mano y el brazo extendido hacia afuera. Lo que harían cuando estuvieran juntos. Como seria y sentiría el ver a ella con su panza de preñada ante sus ojos. ...
    ... ¿Qué pensaría ella de él? Y mientras seguía contando sus inquietudes Susana volteo su rostro en dirección de donde salían esas palabras que la atraían con la serenidad y tranquilidad del sonido. Cada significado que involucraba. Y cada una se relacionaba con ella como el dintel o el cimiento para este nuevo futuro. Sin ella el sueño cae. 
    Horas más tarde, ambos salieron al pueblo más cercano a comprar lo necesario para ella y demás cosas. Para Andrés, cuando la miraba. Ella parecía ver una cosa nueva, peculiar y curiosa. Como las miradas de los turistas al visitar un lugar en el extranjero acompañado con una sonrisa. Una visita rápida se tornó en varias horas. A pedido de ella fuimos de aquí para allá. Y tuvimos que almorzar en un pequeño comedor. No crean que era de lujo. El local era pequeño con dos mesas hechas de tablones como de 2 a 3 m de largo donde varios podrían sentarse a comer. Frejoles con hígado frito y sopa de sémola con carne de res. Fue lo que le gusto de la lista del menú. Los devoramos con gusto y pedimos dos raciones más para llevar para la cena.
    Después de noches de placer tenía que llegar. Sin dispositivo de embarazo a la mano las señales naturales se hicieron notar. Cansancio sueño y vómitos mañaneros hicieron prender las alertas de Susan en todo su cuerpo que algo empezaba a cambiar en su cuerpo. Ella como asustada y alegre la insinuó a Andrés que era posible que estaba preñada y esperaba de él un abrazo caliente, efusivo tierno acompañado con besos ...
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