VERANO: EL CALOR HACE TRANSPIRAR
Fecha: 18/08/2025,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... Para ella, como para la mayoría de las nenas que conozco, un polvo es poco… ¡solamente el comienzo! Ella está acostada, de costado. Yo a su lado, a la inversa. Le levanté una pierna y fui con mi boca a sus labios, los húmedos, rojos y palpitantes… Beta, inmediatamente se inclinó y fue a mi entrepierna. Me tomó del tronco y entre sus labios quedó ardiente y húmedo mi glande. Sin problema, tragaba entre 7 u 8 centímetros de pija. Más no, porque le daba arcadas el contacto con la campanilla. La tiene con ambas manitas y la saca y mete, moviendo su cabeza, hacia atrás, hacia adelante, como auto cogiéndose. ¡Le encanta! ¡Igual que a mí!
Aunque yo le diga “chupala, que te compenso”, a ella eso no le importa. Lo hace por puro placer; ¡nunca me pidió que yo le retribuya! Yo tampoco le di oportunidad, dado que es uno de los placeres que más disfruto: chupar y lamer su conchita y culo son tareas de plena felicidad.
La mamada de Beta es absolutamente deliciosa. Mientras la nena mamaba, yo le acariciaba y sobaba los duros y puntiagudos pezoncitos. Le metí la mano por el escote del flojito vestidito. Ella se bajó los tirantes y la tela quedó debajo de las tetitas. ¡Mayor facilidad para acariciar! Se lo bajé hasta la cintura. Beta no dejó de mamar en ningún momento. Con una mano guiaba mi pija dentro-fuera… Con la otra terminó de retirar el vestido, quedando solamente la bombachita. ...
... La alcé, haciéndole soltar mi pija. La besé en la boca. ¡Ahora sí! ¡La competencia de lenguas era total!
Luego de varios minutos de ardientes y eróticos besos, la tomé de las axilas y la levanté. Nuevamente le hice pisar el sillón y volví a su conchita, ahora sin molestias de pollera alguna. Por un momento ella retiro la tela que cubría la conchita. Yo tomé la prenda del elástico de la cintura y la bajé. Beta completó mi tarea, sacándosela por los pies.
No existió mayor molestia. Mi lengua recorre sin obstáculos su cuerpo, desde el clítoris al ano, una y otra vez…
-¡Ay Dani…, papitoooo! ¡Sos divinoooo! ¡Qué ricoooo! – Beta apretá su ingle contra mi boca y me sostiene la cabeza. ¡Apenas si puedo respirar! - ¡Dani, Daniiiii! ¡Qué rico es todo con vos!
Luego de una caudalosa y tibia meada, que oportunamente se deslizó por mi garganta, Beta seguía generando fluidos…
No pensé en nada. La bajé del sillón y la senté a horcajadas.
-Agarrame la pija, tesoro, y ponétela en la conchita… - Beta obedeció mi sugerencia inmediatamente. Se levantó lo suficiente para acomodarla, se sentó nuevamente, con fuerza, sobre mi pelvis, y quedó totalmente empalada. Suspiraba y gemía, mientras me besaba en el cuello. Comenzó a moverse como toda una profesional. ¡Lo tendría muy aplicado o la habría visto… ¡Fue unos de los orgasmos mutuos más excitante que tuve en mi vida hasta ese momento!