Compañero de colegio
Fecha: 23/08/2025,
Categorías:
Confesiones
Tus Relatos
Autor: Alicia, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Pablo (48) y yo (Alicia 45) somos un matrimonio normal con tres hijos, que por razones laborales nos trasladamos a la Capital de Córdoba (Argentina); dejando nuestra casa en Tucumán a nuestros hijos ya mayores.
La vida conyugal, como la mayoría (creo) fue muy frenética al comienzo (por la juventud) y luego por la crianza de los hijos se fue apagando en cuanto a la cantidad de veces pero no en cuanto a la calidad de los encuentros, que eran muchos más frenéticos y fantasiosos.
Ya en Córdoba, alquilamos una casa en una zona residencial (noroeste) cerca de un centro comercial muy conocido... tal vez por el clima, por la gente (que son muy divertidos), porque volvimos a estar solos (sin los hijos)... se reactivó la libido en ambos y los encuentros sexuales volvieron a ser los de otrora...con más experiencias y más fantasías.
Pablo siempre me decía que mi vistoso culo llamaba la atención de todos los hombres y hacía poner dura todas la pinchilas (como le decimos en Tucumán).
Solo había transcurrido un mes de nuestra estadía en Córdoba, estábamos haciendo compras en un gran supermercado (recuerdo bien porque era mi cumpleaños; 21 de septiembre -pero hacía frío- yo vestía un pantalón de cuero negro ajustado cuando se me acercó un hombre que mi esposo ya se había percatado que nos seguía (Pablo me había dicho en tono jocoso “no deja de mirarte el culo y creo que ya se le está parando”…”dejá de decir estupideces-le contesté “.
“Ya verás, en cuanto te deje sola, se te ...
... acerca”… exactamente fue lo que pasó.
Estaba en la carnicería cuando desde atrás escucho una voz suave y susurrante, entrecortada por suspiros “Uf cuánta carne! ,se ve apetitosa, espero que no me cueste demasiado”…como buena señora, no me hice cargo, ni siquiera miré; pero sus palabras me llegaron y mi corazón se aceleró un poco. Casi me desmayo cuando me encaró de frente y me dijo: “Alicia, qué generosa ha sido la naturaleza contigo…soy Gustavo, tu compañero del secundario…lo abracé con mucha alegría pero, él- no perdió la oportunidad de apoyarme. Rápidamente le dije que andaba con mi esposo para que no se propasara. Si, ya lo vi al muy afortunado. En un par de minutos ya se presentaron y luego de pagar nos dirigimos a un restaurante ubicado en el mismo predio, porque era el mediodía y ya afloraba el apetito.
Charlamos por espacio de dos hora, es una persona muy amena, simpático y culto; nos contó que vivía en Capital Federal, casados con Patricia (segunda esposa), era médico y trabajaba para un laboratorio famoso de EEUU. Que estaba parando en el hotel que también está en ese predio, hasta recibir una casa alquilada en el barrio del frente (Cerro de las Rosas).
Antes de despedirnos e intercambiar números telefónicos, mi marido nos sorprendió diciendo “Como hoy es el cumpleaños de mi esposa, esta noche habrá una cena en casa, tú eres nuestro invitado y no se acepta un NO como respuesta. Con la sola condición que yo llevo la cena nos dijo. Sacó una selfie, de los tres para ...