CARIÑOSAS HERMANITAS - Relatos Eróticos

CARIÑOSAS HERMANITAS

... no dejó de querer más…
-Si tesorito. Te desvirgo despacito. Sofi va a estar para que vea que no te hago daño.
-Mila, mi amor, Dani lo hace muy bien, casi sin dolor. ¡Y después es muy rico!
No puedo dejar de mirarla. ¡Está eróticamente hermosa! Hay muchas mujeres hermosas, pero no todas son tan inmediatamente deseables. Este es el caso de Milana. ¡No podés apartar el inmediato deseo de cogértela! Un par de kilitos hacen ignorar su delgadez…, la convierten en una criatura de absoluta voluptuosidad.
No es necesario que esté desnuda o sonriente. Su mirada, sus mohines, su movimiento de caderas, como pone sus brazos sobre su cuerpo, acariciándose subrepticiamente las tetitas, luciendo los duros pezones en permanente estado de deseo, son imposibles de ignorar.  
No puedo dejar de desearla. La veo y se me pone al palo. Un rostro perfecto con mirada, labios y sonrisa, aceptando todo lo que le propongas…; bueno eso es lo que deseo que fuera… La hermana mayor es una muy buena expresión del destino que tendrá su hermanita. 
Soy optimista: creo que me mira porque quiere que la coja… ¡Si fuera así! Pero claro, cuando se mueve, y esas tetitas sin sostén, perfectos y lujuriosos conos, lucen los pezones que acompañan el compás de mis deseos…, me tiemblan las piernas. ¡Unas tremendas ganas de llevarla a la cama y ensartarla! ¡Tan pequeña, voluptuosa y deseable!
¡Tengo que hacerlo! ¡Intentarlo por lo menos…! 
-¡Mi amor! ¡Preciosa Milana! – Me acerqué a ella y le hablé al oído. – Sos ...

... la más hermosa criatura que en este mundo ha sido…, como tu hermana…
Le hablo al oído, no porque no quiera que escuche su hermana, sino para que piense que es algo exclusivo entre ello y yo.
-¡Ah, señor Dani! ¡Lo que dice!
-La purísima verdad…, y quiero darte toda la felicidad… ¡Toda la felicidad que un hombre puede darle a una mujer! ¿Sabés como goza tu hermana?
-¡Señor Dani! ¡Qué cosas lindas dice usted!
-Y… ¿no quisieras que también te haga cositas lindas?
-¡Ay…, siiii…! ¿Me va a hacer tan feliz como a mi hermana…? Pero…, es que yo soy chiquita…, todavía soy chiquita… - Está hecha un tomate, pero no se apartó un centímetro cuando me puse a su lado para hablarle al oído. 
-¿Qué chiquita? ¡Sos toda una mujer! ¡Y la más linda! – La tomé de la cintura y la apreté contra mi, especialmente hacia mi ingle…
-¡Señor Dani…! ¡Me da vergüenza!
-¿De qué tenés vergüenza? ¿De ser tan hermosa? – Un brazo lo pasé por su espalda, a la altura justa para que la mano quedara sobre la tetita izquierda. El otro brazo lo giré alrededor de su cintura, apretándola contra mi ingle. - ¿Te gusta que te tenga apretadita contra mí?
-¡Si, si! ¡Me gusta mucho! – Milana está entusiasmada.
-¿Venís conmigo donde estemos más íntimos? ¡Te quiero besar toda! – Por ahora hablo de besos…
-¡Ay Dani! ¿Y si nos ven? - ¡Gol! Ella ya sabe que lo que quiero hacer no es para un espectáculo. 
-¡Dejá que Dani te haga todo lo lindo! – Sofi insiste en alentar a Milana para que se entregue… – ¡Vamos donde no ...