CAMBIÓ OSITO POR OTRO PELUCHE
Fecha: 03/09/2025,
Categorías:
Tabú
Tus Relatos
Autor: Leja, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... ¿te creció la chota?
La verdad es que al mirar el culito parado de Sandra, mi poronga llegaba a un tamaño muy enorme. No los diecisiete, pero si unos dieseis y medio de terror. Una de esas noches, algo me pinchó la cabeza cuando la tenía a Fabiana encima de mío. Y ella gritó fuerte, no de calentura, sí de dolor y se bajó y se fue al baño. Luego, volvió riéndose, con esa típica picardía que tenía y seguimos cogiendo.
-Boludo, me tocaste la matriz- me dijo riendo, claro, no le creí, pero sí algo me había tocado esa noche dentro de su concha.
Sandra, que se hacía la dormida en la otra cama, respiraba hondo, como no queriéndose deschabar que había escuchado esa conversación tan extraña, hilarante y calenturienta.
Al acabar, Fabiana, se durmió como todas las noches. Profundo, roncaba. Yo, me desperté luego de un dormitar, y como estaba la hija en la otra cama y sabía que me esperaba. Me crucé muy silenciosamente para complacerla de forma oral. Sandra, me esperaba ya con las piernas abiertas y sin bombacha. Un amor. Me puse sos dos piernas sobre mis hombros, con la concha apuntado directamente a mi boca y se la devoré. El primer orgasmo de la niña explotó en forma de largos chorros de líquido blanquecino. Se tiró un gas vaginal cuando le saqué los dedos de su conchita. Más le hundía los dedos y le besaba la conchita con intensidad. Dos y hasta cuatro veces más soltó esos tremendos chorros de fluido, Para que no gritara mientras acababa así, la besaba con toda la boca sobre su ...
... boca, tapándole los gemidos. Era una niña súper caliente. Me pasaba la concha por la boca, como cuando se cogía al osito de más pequeña.
Se desmayó dormida al quinto polvo. Ahí, aproveché para sacarme la leche con su mamá que también dormía, pero que al instante, se despertó y nos echamos un polvo de película.
Le levanté con la poronga del piso, de perrito contra su cama. Le derramé toda la leche en la espalda, mojándole los rulos. Nos reímos mucho, me abrazó y nos quedamos destruidos, yo con el resabio del sabor del sexo de la hija en la boca, Fabiana desnuda en la cama, Sandra con la bombacha para un costado y yo con la pija al aire sin darse cuenta de que a la mañana siguiente la niña me podría ver.
Soñé raro aquella noche. Estaba haciendo el amor con Fabi, el sueño fue muy vívido, como si realmente estaría dentro de la piel de Fabiana. Fue tan intenso que en un momento me sentí mover las caderas y escuchar gemir a mi clienta. La sorpresa fue total, un espasmo de calentura, me despertó y vi que era la niña la que estaba besando mi pija. Se metía y sacaba la poronga de su boca. Yo muy duro le penetraba con ganas, un acto reflejo y que quería gozar de la boca de esa niña que ya era Sandra, una mujercita de diesiocho años. Me estaba comiendo como toda una adulta, incluso igual que su madre que aún estaba dormida. solo atiné a sonreírle y acariciarle la cara, era hermosa, y con el miembro en su boca, estaba muy encantadora. Claro que sería imposible que le entrara todo en la ...