1. Hija de poli


    Fecha: 05/01/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: XAVIA, Fuente: CuentoRelatos

    ... cambio de información. Es un confidente. Para el resto de mortales es un traficante de poca monta especializado en coca y marihuana, aunque también puede proveer de otras sustancias.
    
    Siempre ha sido inteligente, más listo que el hambre fue la expresión usada por el sargento Plaza cuando me lo presentó al poco de llegar. Se lo ha montado bien manteniendo buenas relaciones con las bandas latinas que le piden favores, así como con los grandes grupos narcotraficantes a los que les compra la mercancía. Paralelamente, responde adecuadamente las preguntas que le hacemos nosotros, aunque nunca incriminará a nadie de su entorno ni nos informará de algo que pueda resultarle peligroso. Pero es útil.
    
    Habitualmente, lo interrogamos en comisaría para no levantar sospechas, aunque también podemos charlar con él si nos movemos en un coche camuflado en una calle poco concurrida. Pero los que suelen vestir de paisano son los detectives del cuerpo y yo, acabado de aprobar el examen de cabo, siempre visto de uniforme y estoy asignada a un coche patrulla. Últimamente con el sargento Gálvez, anteriormente con Rubio y Plaza.
    
    De los tres, el primero fue mi mentor en la comisaría, pues además de un buen hombre, había trabajado con mi padre. El sargento Rubio, en cambio, me dio algún problema pues estaba convencido de ser el poli más guapo sobre la faz de la Tierra, acostumbrado a llevarse a la cama a todas las chicas que se le acercaban. Sobra decir que conmigo no lo logró, razón por la que ...
    ... nuestra relación laboral se complicó bastante. Gálvez, mi actual compañero, nunca me ha tirado los trastos pero noto sus ojos en mis tetas y culo más a menudo de lo que me gustaría. Pero una se acostumbra a ello, sobre todo en un mundo como el policial donde los hombres siguen siendo los reyes de la selva.
    
    Había hablado con Darío varias veces, aunque solamente una en su apartamento, acompañada de Rubio. El suyo es el número 13 del segundo piso de uno de los bloques de las Viviendas Baratas, ocho construcciones idénticas de hormigón gris, con nueve pisos de altura y veintidós madrigueras en cada rellano. Un auténtico hormiguero.
    
    Hace tres meses hubo un altercado en su bloque. La deprimida barriada es proclive a ello, pero era la primera vez que se producía en su misma planta. Un tema de malos tratos familiares había acabado con un herido por arma blanca. Gálvez y yo fuimos los encargados del entuerto, pero más allá de ayudar a los sanitarios y tomar un par de declaraciones tampoco había mucha más tela que cortar. Por ello, mi compañero atendió un aviso de otro de los bloques, pues una patrulla había sido atacada por un grupo de críos, dejándome allí para acabar de rematar la faena.
    
    Gálvez esperaba volver en una hora como mucho, así que acabé las identificaciones, de las que no saqué gran cosa pues nunca nadie ha hecho o visto nada, aunque pilles al agresor, agresora en este caso, con el cuchillo de cocina en la mano. Así que para hacer tiempo, con el rellano limpio de ...
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