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Una clienta inolvidable
Fecha: 14/01/2019, Categorías: Gays Autor: Johnny2009, Fuente: CuentoRelatos
... separada y que de esa unión tenía un hijo de 30 años que vivía en una ciudad vecina pero que poco la visitaba, pero como sabía que le encantaba cocinar asados quería darle una sorpresa. Por momentos se disculpaba que fuera tan conversadora pero se confesaba estar demasiado sola y sus amigas tenían sus amigovios haciéndome (entre comillas) con ambas manos que al menos las sacaban a pasear. Con la misma y dado que mi tiempo era escaso le dije que tenía que irme y que después sacaría mis propios cálculos y la estaría llamando en unos días, para hablar de valores. Con la misma me acompaño hasta la puerta y de nuevo me despidió con un beso. Dos días después me llamo nuevamente con la excusa de brindarle asesoramiento sobre su proyecto, eso me dio a entender que estaba interesada en mí y además ella me atraía así que "me jugué" y la invite a cenar. Su respuesta no se hizo esperar y rápidamente concretamos una cita para el sábado siguiente para hablar del tema. Debido a mí continuo trabajo no había tenido tiempo para darme un gustito así que necesitaba un poco de diversión. El sábado cerca de las 21 horas pase a buscarla y al verla me quede embobado, estaba más que hermosa vestida para la ocasión, un vestido negro con mucho brillo resaltaba sus cuerpo dorado, era bastante corto lo que hacía que sus piernas gruesas se vieran hermosas culminando en unas lindad sandalias de taco muy alto que le daban elegancia a su esbelta figura. —Jorge...no te pregunte si estas ...
... comprometido..... —No te preocupes, no estoy con nadie- le respondí mientras arrancaba el auto. Durante todo el viaje la note un poco ansiosa, sus movimientos eran permanentes y no dejaba de hablar. Cuando llegamos al restaurant estaba medianamente lleno pero de todos modos preferimos una mesa alejada para estar más tranquilos. Si bien hablamos sobre los temas anteriormente convenidos yo lo veía como un propósito planificado para conocerme ya que parecía que todo lo que le decía estaba bien. Ella parecía estar muy feliz y a cada rato me repetía que hacía mucho que no salía y que me estaba profundamente agradecida, en una de esas veces y viéndola tan predispuesta me anime a preguntarle si quería ir a bailar y entonces exclamo: —Ay Siii me encanta y yo reí instantáneamente como apoyando su decisión —Bueno... Terminamos aquí y vamos, le dije por lo bajo Al salir llovía y ella se lamentó mucho diciendo que quizás seria porque no salía demasiado y se puso triste lo vi en sus ojos. —No no te pongas así porque vamos igual- le dije alentándola Nuevamente con esas palabras mágicas devolví la sonrisa a su rostro. Cuando llegamos estacione y luego la ayude a bajar abriendo su puerta y tomándola de la mano como un caballero, pague la entrada y continuamos tomados de la mano ante las miradas indiscretas de todos los presentes. Llegamos a la mesa mire su rostro y le salían chispitas de sus ojos y su risa se convertían en lágrimas de alegría. Cuando empezó a ...