-
Una clienta inolvidable
Fecha: 14/01/2019, Categorías: Gays Autor: Johnny2009, Fuente: CuentoRelatos
... bailaban al ritmo de nuestro movimiento apuntando hacia el cielo en esos dos pezones duros que invitaban a chuparlos y morderlos como ella quería. Sus piernas cortas y morrudas me excitaban al agarrarla de sus muslos para perforarla cada vez más adentro. Yo se lo hacía muy suave y eso potenciaba sus múltiples orgasmos que mojaban hasta mi pecho mientras su vagina se veía bien llena con mi gruesa pija que entraba y salía mojada por sus líquidos calientes. —ya estoy bien mi amor ahora quiero que acabes voz, si papito? Me retire de su cuerpo y le pedí que se pusiera boca abajo sin preguntar porque se giró y como adivinando mi acción se puso una almohada debajo para levantar su cola bien carnosa y profunda, sabía que por ser la primera vez no se la pediría pero debo confesarles que ganas no me faltaban. Una vez acomodada me monte sobre ella y tomando sus glúteos los abrí con fuerzas para encontrarme con esa hermosa conchita que había estado disfrutando segundos antes y de un solo envión se la puse hasta el tronco mientras ella suspiraba y gozaba cada vez más, luego mis embates comenzaron a ser más rápidos y descontrolados quizás porque mis ojos se posaban en su culo y eso me excitaba y trataba de castigarla a pijasos a lo que ella respondía con gemidos y movimientos que me ...
... enloquecían. Casi un minuto después la tome de la cintura hasta que llego mi momento culmine y le comencé a llenar sus pequeña panochita de leche que desbordaba por los costados de mi pija escapando a los brutos embates de un verdadero macho. Ella también en ese preciso momento disfruto de un gran orgasmo y tuvo que ahogar su grito con la almohada para que no se escuchara. Ya más tranquilos no relajamos y acaricie su espalda suave como el pétalo de una flor y mientras lo hacia ella exclamaba—Déjala morir adentro mi amor, te amooo!! Poco después me levante de ella y me puse al costado, pero ella no dejaba de acariciarme y aunque sentía que ya había estado bien mi pene parecía no enterarse y siempre se mantenía alerta y más cuando Martha se echaba sobre mis piernas y nuevamente lo comenzaba a chupar. Esto era para dejarla dura nuevamente y sentarse en el para seguir gozando otro rato y así pasamos aquella noche tan hermosa. Luego nos dormitamos un poco pero cuando desperté ya había amanecido, me vestí en silencio mientras miraba su cuerpo desnudo tratando de no excitarme de nuevo, ya era demasiado por ser la primera vez así que le di un besito y me marche. Lo que paso después es otra historia que contare más adelante en la etapa Nº 2 pero les adelanto que una clienta así no la tiene cualquiera.