1. Negación - Capítulo 4


    Fecha: 14/01/2019, Categorías: Incesto Autor: Gonza-Neg, Fuente: CuentoRelatos

    ... retiró apenada.
    
    - ¡Yo la vi primero! – dijo Brawny mientras me daba una patada bajo la mesa.
    
    - Idiota – refunfuñé mientras me agachaba a calmar el dolor de mi pierna.
    
    - ¿Y, que tal van las cosas Miguel, cómo va el gimnasio, lo estás administrando bien? – raramente Claudia le preguntaba a Miguel sobre su vida laboral. Me detuve a escuchar con atención para saber a dónde nos llevaría esto.
    
    - Va bien, no me quejo, nos mantenemos a flote a pesar de la economía, ya sabes. He tenido que ingeniármelas para hacer las cosas más atractivas para las personas. – ¿Estaba hablando en serio? – ¿Y tú, qué tal todo?
    
    - ¡Bien!, tú sabes, siempre hay trabajo para mí, los bebés llegan a este mundo por toneladas. Lo que me recuerda… - me miró.
    
    - ¿Qué?... ¡cuéntame! – hice un puchero.
    
    - Sabes que no puedo, no debí haber dicho nada… ya se enterarán cuando llegue el momento.
    
    - Claudia Bowen, suéltala.
    
    - No puedo… no es ético… ¡no me hagas esto!, te vas a enterar en algún momento.
    
    - Oh… no me…
    
    - ¡Justo a tiempo! – me interrumpió Claudia, mientras veía como Johanna tría nuestros tragos y los iba dejando en la mesa - ¡Gracias! – le dijo casi bailando. Salvada por la campana.
    
    Estuvimos alegremente conversando un buen rato. Miguel sacó a colación mi ajetreada agenda laboral y nos enfrentamos a un debate que se me hizo eterno. Hasta que Claudia sugirió que sería bueno que abandonara alguno de esos “proyectos”, sabía bien a qué se refería en el trasfondo, pero como el ...
    ... que no quiere la cosa, dije que podía dejar mis horas en el gimnasio, lo marcó un cambio rotundo en la argumentación de Miguel, quién pensaba que mi agenda era perfectamente equilibrada, lo que generó carcajadas. Fuimos por una segunda ronda y luego una tercera cuando Browny se excusó para ir al servicio de varones. Esta era mi oportunidad, esperaba que los Cosmopolitan hicieran algún efecto en el humor de Claudia para que me escuchara, y me hiciera el favor que estaba a punto de pedirle. Me lancé a la piscina.
    
    - Clau… - le tome las manos sobre la mesa, y me acerqué a ella.
    
    - Fabo – me decía así cuando estaba cariñosa… la tenía en la palma de la mano.
    
    - Respecto al otro día… yo… yo lo siento.
    
    - Lo sé, no te preocupes ya pasó – nos quedamos en silencio, tomados de las manos, mirándonos.
    
    - Clau… - lo intenté otra vez.
    
    - Fabián, ¿Qué quieres?
    
    - Un favorcito… pequeñito, pequeñito… - fui al grano, y gesticulé con la mano, mostrándole lo diminuto que era lo que le pedía, y de verdad lo era.
    
    - Te escucho – y aquí estaba el médico, retiro su mano de la mía y las cruzo sobre la meza.
    
    - No sé cómo explicarte esto…
    
    - Desde el principio, siempre es una buena forma – Tomé aire, miré en dirección a la sala, todos parecían absortos en sus conversaciones, y el lugar nos daba intimidad. Dirigí mi mirada a los baños, Miguel seguía allí. Hablaría.
    
    - El jueves por la noche… – empecé mal, volví a llenar mis pulmones de aire, lo liberé en un fuerte suspiro y volví a ...
«12...678...12»