1. El legado de Minerva


    Fecha: 27/01/2019, Categorías: Masturbación Autor: CalmaSola, Fuente: CuentoRelatos

    ... la hizo entrar.
    
    Había luz en el amplio recibidor y flores frescas en jarrones situados en las mesitas de mármol a ambos lados del pasillo...
    
    Según se cerró la puerta, dos mujeres aparecieron rápidamente...
    
    A Minerva, le extrañó que su padre tuviese cerrada con llave una casa en la que había gente, pero aún más le extraño la indumentaria con la que vestían las mujeres que al parecer eran criadas. Llevaban una sencilla túnica blanca que iba desde el cuello hasta los pies, muy amplia y la abertura delantera cerrada simplemente por un cordoncillo.
    
    Aún más le extrañó la forma de actuar de las criadas, cuando se detuvieron ante ellos. Se arrodillaron y pusieron las manos en el suelo quedándose a cuatro patas y con la cabeza agachada...
    
    Minerva sorprendida, miró a su padre, el cual no le devolvió la mirada. Éste se limitó a dar una orden a las mujeres...
    
    ―Guiadnos...
    
    Las mujeres no se levantaron, sino que dieron la vuelta y comenzaron a gatear en la misma dirección en la que habían venido...
    
    El padre cogió a Minerva por el brazo y le instó a andar tras de ellas.
    
    Recorrieron diversos pasillos. Las mujeres iban rápido a pesar de su posición, el hecho de que la túnica se abriera por delante evitaba que tropezaran...
    
    Minerva no salía de su sorpresa y no entendía muy bien todo aquello. Pero no se atrevía a preguntar. El hecho de encontrarse en aquella extraña situación y saber que su padre había encontrado su libro, habían mermado su habitual ...
    ... locuacidad...
    
    Por fin las mujeres se detuvieron ante una puerta doble de madera, se levantaron y cada una empujó una hoja de dicha puerta. Se pusieron a sendos lados de la misma franqueándoles la entrada.
    
    Minerva entró en la estancia siguiendo a su padre...
    
    Ya tan llena de sorpresas estaba, que lo que vio no le hizo mella.
    
    Era un gran salón, decorado en tonos rojos y dorados y aunque Minerva jamás había estado en un burdel, pensó esos serían los colores que se verían en uno. En la Mitad de una de las paredes habían sido colocados dos butacones también de color rojo y con un aspecto muy cómodo. La colocación para haber sido pensada de forma estratégica para dar la impresión de que fuesen dos tronos.
    
    El padre se sentó en uno y le indicó a su hija que se sentara a su derecha en el que quedaba libre.
    
    ―Padre, ¿qué es este sitio?
    
    ―Tranquila Minerva, en breve todas tus preguntas serán contestadas...
    
    En ese momento, por la puerta entraron varios hombres, diez en total. Iban vestidos como criados, de forma normal y corriente. Pero a los pocos segundos entraron tras ellos otras diez personas. Cinco de ellas iban con túnicas como las de las criadas que le recibieron. El resto iba con una túnica similar pero que les tapaba solo hasta las caderas y por la forma de las piernas se adivinaba que eran hombres. Todos iban ocultos con una capa con capucha que les llegaba hasta los pies también de color blanco y puesto que llevaban la cabeza agachada esa capucha evitaba que se pudiesen ...
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