1. Patas arriba (XXIV)


    Fecha: 02/02/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos

    ... Vanya hermoso, estoy tan desesperado por verlo que ni el pobre Norman logra alegrarme la cara, aunque debo admitir que tenerlo conmigo siempre ha impedido que me vuelva loco.
    
    -Ricardo, ya casi cumplo 10 años, ¿te das cuenta? -me dijo al entrar en mi habitación bastante serio, se sentó en la cama y siguió hablando-, vale, no he tenido novia, mucho menos novio, pero no soy tonto, no me creí ni por 10 segundos el que simplemente quisieras venir a pasar unos días conmigo, como tampoco era lógico que al llegar te encerraras 2 horas a hablar con papa y mama si lo que venías era a pasar tiempo conmigo, Iván no se ha aparecido por aquí y tú lloras por los rincones, así que sólo puedo saber que pasó algo entre los dos. Está bien, no me lo cuentes si no es algo que deba saber -me cortó antes que lo interrumpiera-, pero sabes que estoy para apoyarte… igual que alguien que está esperando para entrar a hablar contigo, le diré que pase y me da exactamente lo mismo que no quieras recibirlo.
    
    Se levantó, cerró la puerta y me dejó hecho un lío en la cabeza. Sé que mi hermano es listo, sé que no me creyó, porque ni yo me la creí, pero no me dijo quién estaba para apoyarme, en el mejor de los casos, sería mi Vanya que al fin habría decidido aparecer, más ahora que los chicos no me quieren decir nada de él, sólo dicen que si nos peleamos, debemos arreglarnos nosotros, cosa muy lógica, pero él no quiere.
    
    Decidí ser optimista y me preparé como si Vanya fuera mi visita. Claro que no lo ...
    ... era, pero era un rostro familiar que me alegró mucho ver.
    
    -Ylian, ¡qué alegría! -no era cortesía, me alegraba mucho verle en mi casa, aunque habría preferido verlo en la suya.
    
    -Pues me alegra verte sí, pero no las circunstancias -me abrazó fuerte, de esos abrazos que sólo él da y me plantó dos besos que eran mucho del cariño que necesitaba.
    
    -Y que lo digas, pero ahora estás aquí y podré al menos saber cómo está mi chico -necesitaba saber que estaba bien, que aunque no quisiera estar conmigo, era feliz, si él es feliz, lo demás no me importa.
    
    -No necesitas sobornarme para que te lo cuente, he venido a eso. Espera un momento -se acercó a la puerta y estiró la mano, que trajo de regreso a Norman, gentilmente, pero totalmente colorado por haber sido descubierto.
    
    -Lo siento dejasteis la puerta abierta y yo también quiero saber -intentó disculparse.
    
    -Es lógico que quieras saberlo, no tienes un pelo de tonto -le dijo Ylian-y yo te contaré un poco lo que pasó para que entiendas por qué no debes escuchar y esta vez cerraré la puerta y hablaré bajo para que no puedas escuchar cosas que son privadas de tu hermano, ¿te parece?
    
    -Sí -el rostro de mi hermano se iluminó al saber que se saldría con la suya, al menos en parte-, prometo que no me inmiscuiré más.
    
    -Vale, es suficiente para mí, ¿Ricardo? -asentí conforme-, muy bien, lo que pasa es que cuando dos personas tienen una relación de noviazgo, siempre hay alguna cosa en que no están de acuerdo, pero cuando viven ...