Me estrenaron (5): Final feliz
Fecha: 06/09/2025,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Josel101, Fuente: CuentoRelatos
... pareces a tu hermana María, y yo quiero sentir que me la cojo a ella, y así tu no serás un putillo, sino que actuarás como una putilla. ¿De acuerdo?
Ante tal argumento, asentí moviendo la cabeza, tenía sentido y yo aún estaba muy caliente y emocionado. Quizás por coincidencia, ya había estado saboreando que se sentiría cogerme al novio de mi hermana antes que ella, ya que estaba seguro, que ella era virgen.
Lo siguiente fue fácil y rápido, aunque ninguno tenía experiencia en maquillaje de mujer, eso importaba poco. Cualquiera que tenga hermanas ha visto el proceso de pintar los parpados, rubor en las mejillas y lápiz labial.
Desnudo como estaba, ponerme la faldita y alisar el pelo que me llegaba a los hombros me transformó de inmediato en una muchachita. No había espejo para mirarme, pero las caras de todos y sus vergas paradas de nuevo me hicieron ver que los había cautivado. Faltaba seducir, Gabriel quería el show completo, así que me ordenó.
-Vas a pararte en la puerta, caminar moviendo las caderas con las manos en la cintura, hasta que te subas a la colchoneta, te arrodillas, bajas la cara y levantas el culo, luego te das la vuelta para quedar boca arriba, con las piernas abiertas, y levantando un poco las rodillas, con la falda puesta. Quiero que hables como tu hermanita y me pidas que vaya contigo. Yo no te voy a coger por atrás, te voy a coger por enfrente, como se coge a una mujer y no a un puto.
Yo había visto caminar una mujer seductora, me ...
... encantaban, me sabía los pasos. Así que no me costó ningún trabajo hacer lo que Gabriel me pedía. A mí me gusta hacer bien las cosas, creo que le puse empeño y estoy seguro que quien no me conociera, fácilmente hubiera caido cautivado por el caminar de una hembra como yo.
Ya en la colchoneta, acostado boca arriba, con las piernas bien abiertas, con la falda corrida hasta la cintura por mi posición, Gabriel tenía frente a sí a una mujercita cachonda, que le dijo:
-Papi, ven conmigo, quítate el pantalón, quiero sentirte, ¡Anda! ¡Méteme tu verga en mi panochita! ¡Ándale mi amor ven! ¡Te deseo!
Gabriel se quitó el pantalón y al verlo de pie frente a mí me pareció enorme. Enorme él como hombre y enorme su verga parada frente a mí.
Inclinándose, se arrodillo en medio de mis piernas y luego se recostó sobre mí, poniendo para empezar sus fuertes brazos a mis costados, con su cuerpo sobre el mío pero aun sin tocarme, a escasos centímetros. En la parte baja donde estaba mi diminuta verguita, sentí el enorme calor de su verga potente, que aun sin tocarme, parecía como si exhalara calor cerca de mi culo.
Paso una mano sobre mi cintura y fue acariciando de ahí hasta mi pecho que, como ya dije antes, en una extraña reacción corporal había puesto ese día mis pezones hinchados y puntiagudos, como de mujercita. Luego la mano siguió recorriendo hasta mi cuello, y acariciando por detrás de mi oreja.
Bajó su cabeza sobre mi pecho y comenzó a besarme las tetillas. Luego a chupar y ...