Todo comenzó con un Derbi...
Fecha: 11/09/2025,
Categorías:
Gays
Autor: Jhosua, Fuente: TodoRelatos
... la compostura. Con un tono ciertamente femenino, le expresé.
·“No estoy acostumbrada a este tipo de atenciones”.
Él sonrió, una sonrisa que prometía mil cosas. Exclamó.
·“Puedo notar que hay algo especial en ti. ¿Te gustaría tomar algo conmigo?”.
Asentí, y él me rodeó por la cintura, guiándome hacia la barra. Su toque era firme y seguro, y sentí una chispa de electricidad al contacto. Me ofreció un taburete libre donde sentarme, cosa que hice, fijándose en mis muslos, cuando se me subió la tela de mi vestido.
Pedimos unas copas y comenzamos a charlar. Sus preguntas eran sutiles, pero cada una de ellas parecía desnudar un poco más mi alma. Preguntaba.
·“¿Y qué te trae a un lugar como este, tan... impresionante?”.
Suelta, sus ojos fijos en los míos. Exclame.
·“Es una larga historia”.
Respondí, tomando un sorbo de mi bebida. Soltándole.
·“Digamos que es una apuesta con mis amigos. Ellos querían que experimentara algo diferente”.
Dije. Y el socarrón, acaba.
·“Una apuesta, ¿eh?”.
Su sonrisa se volvió más traviesa. Exclamando.
·“Me encantan las apuestas. Y me encantaría ayudarte a ganar la tuya”.
Susurre, con un tono retintín.
·“Si, seguro”.
Sentí una oleada de calor en mi rostro. Haciéndole saber algo mas audible.
·“No estoy seguro de que puedas ayudarme en eso”.
Dije, intentando sonar indiferente.
·“Oh, pero puedo”.
Respondió, acercándose más a mí. Su mano izquierda descansaba suavemente en la parte baja de mi ...
... cadera, mientras posó su mano derecha sobre mi muslo, sintiendo su calor a través de la tela de mi vestido. Soltando.
·“Solo dime qué necesitas, y estaré encantado de complacerte”.
En ese momento, supe que debía ser honesto.
·“Hay algo que deberías saber”.
Comencé, mi voz temblando ligeramente.
·“No soy exactamente quien parezco”.
Él arqueó una ceja, intrigado.
·“Ah, ¿no? ¿Y quién eres realmente?”.
Le confese, jugándome seguramente el físico, pero me la jugué. Exclame.
·“Soy un chico”.
Admití, esperando su reacción. Explicándole.
·“Mis amigas me vistieron así para pagar una apuesta. Querían que experimentara lo que ellas sienten cuando salen”.
Su expresión no cambió; de hecho, su sonrisa se volvió aún más enigmática.
·“Interesante. Pero supongo que tu rostro, tus cabellos, y tu cuerpo es tuyo, ¡No!”.
Murmuró, acercándose aún más. No quise darme mucha explicación sobre mi persona, solo dije.
·“Si, todo es mío, no hay nada falso, ni superpuesto”.
Exclamó.
·“Y dime, ¿te sientes diferente así? ¿Más vulnerable? ¿Más excitante? ¿Más sensual?”.
Asentí, incapaz de articular palabras. Sus manos se movieron ligeramente, acariciando su mano izquierda mi cadera con un toque suave pero firme, mientras la otra ascendía por la parte interna de mi muslo. Exclamó.
·“Sabes, no cambiaría nada”.
Soltó, y continuó.
·“De hecho, me parece aún más intrigante. Eres como un regalo inesperado”.
Con una señal mía, hice entender a mis amigas que ...