Una semana como juguete sexual - Noche del sábado - Relatos Eróticos

Una semana como juguete sexual - Noche del sábado

... era, pero supuse que era el chico de antes, el llevo mi mano a su pene ya que sentí algo muy duro y caliente, empecé a masturbarlo a la vez que su abuelo me dejaba sin aliento, en eso comencé a sentir piquetes sobre mi cabeza, el otro nieto comenzó a pasar su pene por mi cabeza, mi cabello mi rostro, mis hombros el me rodeo y se dedicó a recorrerme con su pene, la verdad fue algo muy raro, pero el sentir su verga manoseando como si fueran sus manos me calentó bastante, continuamos en esa dinámica por unos minutos hasta que de pronto escuche un silbido a lo lejos.

-“Vecino, ya volví acá tengo lo que necesitan para la noche”.

Don Ricardo se acercó lentamente a la valla para observar que me estaban haciendo, cuando ya estaba del otro lado don Ricardo dijo.

-“Veo que ya le están sacando el jugo al juguetito, muy bien vecino, mire acá le traje lo que necesitan para poder usarla totalmente”.

Yo no pude ver que hacían porque estaba totalmente sumisa, el chico que estaba pasándome su pene por el cuerpo dejo de hacerlo así que supuse que él fue el que recibió lo que don Ricardo trajo, el vecino mayor dijo.

-“Uff pero que rica putita, ya no puedo aguantar, lo chupa muy bien, creo que ya estoy listo para la primera descarga, no le molesta que lo haga en frente de usted vecino?”.

Don Ricardo le dijo.

-“Pero claro que no vecino, adelante me gusta ver como usan mi juguete, hágalo con toda confianza”.

Al escuchar eso el vecino mayor, saco su pene de mi boca, eso me ...

... permitió volver a respirar y jadear con más facilidad, me pusieron de pie y me dieron vuelta para que me apoyara en la valla nuevamente mirando directamente a don Ricardo, el cual tenía una expresión de excitación muy evidente, yo le sonreí con amabilidad, pero no pude mantener mi expresión inocente ya que rápidamente el vecino mayor me comenzó a penetrar analmente sin piedad alguna, estoy segura que mi expresión cambio a excitación con algo de dolor porque don Ricardo me sostuvo la mano a través de la valla, sentí como el pene del vecino mayor abrió bruscamente cada pliegue de mi culito dejándolo totalmente abierto, eso me provoco gemidos de placer muy suaves, los movimientos de estocadas no demoraron en llegar así que no tuve más opción que aferrarme a la valla y resistir cada uno de los movimientos, sentí mi conchita palpitar y mis entrañas se calentaron en cada estocada que me dio, no pasaron muchos segundos cuando su ritmo se aceleró y dijo con un bramido de placer.

-“Ahora…te daré toda mi leche putita…descargare mucho dentro de ti”.

Yo cerré los ojos y me deje llevar, mis gemidos pasaron a ser un poco más fuertes porque el ritmo me hizo temblar las piernas, debo decir que el señor follaba bien o al menos el movimiento que ejerció sobre mí en ese momento fue muy placentero, pero mientras yo me dedicaba a disfrutar el señor comenzó a correrse intensamente dentro mi hoyito, sentí como su esperma caliente me inundo las entrañas, el señor gimió y tembló muchísimo, yo no ...