Cayendo en la red (2)
Fecha: 14/09/2025,
Categorías:
Control Mental,
Autor: Xella, Fuente: CuentoRelatos
... gemido por parte de Amanda. Cuando finalizó, acercó el juguete a la boca de su jefa, que lo aceptó sin rechistar.
La pelirroja se dio la vuelta y empezó a buscar en una bolsa que había traído consigo. Cuando volvió a darse la vuelta y Amanda vio lo que tenía entre las manos su coño se humedeció al instante, un enorme falo negro unido a una especie de arnés. Susana comenzó a ajustárselo. Estaba impresionante, entre la lencería que llevaba y el pollón de plástico formaba una estampa realmente excitante a ojos de Amanda (…Necesitas comerte esa polla…Sólo sirves para dar placer…). La mujer comenzó a humedecerse los labios con la lengua mientras su mente fantaseaba con lo que iba a hacerle su secretaria.
-Parece que te gusta lo que ves… -Dijo Susana.
Amanda asintió, incapaz de articular palabra.
-¿Quieres probar de que soy capaz con esto puesto?
-S-Si… -Susurró
-Entonces, demuéstrame que lo deseas, caliéntame mientras te quitas el vestido.
Sin dudarlo, Amanda comenzó a contonearse al ritmo de una música que sólo sonaba en su cabeza, mientras con sus manos recorría su cuerpo imaginando que eran las manos de Susana (…Eso es… Eres una buena chica…).
Se deslizó primero un tirante mientras, de espaldas, se agachaba sugerentemente para que la pelirroja contemplase el movimiento de su culo. Estaba segura de que en esa postura, el vestido ajustado permitía intuir perfectamente el tanga que llevaba.
Cuando le llegó el turno al segundo tirante, Amanda se arrodilló ...
... delante de Susana, apretando sus pechos con los brazos para mostrar su generoso escote a través del vestido que poco a poco se deslizaba por su cuerpo. Comenzó a acercarse al falo de plástico y a restregárselo por la cara, pasándolo sobre sus labios mientras movía su cuerpo sensualmente para permití que el vestido se cayese hasta la cintura. Se levantó para dejarlo caer del todo y, con su pie, lo empujó hasta un lado de la habitación, quedándose sólo en la preciosa lencería que se había puesto ese día.
-Muy bien, eres una buena chica. -El coño de Amanda se estremeció al oír eso, ¡Era una buena chica! (…Eres una perra…) -¿Y qué hace una buena chica cuando tiene a su hombre delante?
Amanda se arrodilló sin decir nada más y comenzó a lamer de arriba a abajo el consolador. Susana estaba muy satisfecha, Amanda aprendía rápido. No le volvería a pasar nunca lo del último sábado. La secretaría estaba a cien viendo como su jefa devoraba la polla que se había puesto.
-Muy bien… eres una buena perra… (…¡Soy una buena perra!…). -Dijo, mientras apartaba con cariño el pelo de su cara. -Hoy te has portado muy bien, has obedecido y has llevado las bolas chinas todo el día…
Amanda estaba orgullosa, ¡Se había portado bien! ¡Era una buena chica! (…Perra…) Eso significaba que se había ganado su premio… (…Tu placer no importa…)
-Vamos a ver si te sigues portando igual de bien… -Susana dijo esto mientras se separaba de Amanda y se ponía a cuatro patas sobre el escritorio.
Apartó ...