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Mamá y hermana traviesas: Beatriz.
Fecha: 17/09/2025, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... quedara pegado a la repisa de la cocina, su culo quedó expuesto a mi merced, levante su vestido y mi verga que ya se encontraba a punto de reventar dentro de mi pantalón quedó incrustada entre su hermoso par de nalgas, comencé a realizar movimientos con mi cadera de atrás hacia delante simulando que la penetraba, lo único que se interponía en el camino era mi pantalón y su hermosa lencería. -¡Esto es lo que te quiero hacer! Me sentía en la gloria pero ella ya algo alterada reunió las fuerzas necesarias para empujarme y liberarse. -¡Sueltame! Nos van a ver, más tarde hablamos sobre esto, pero ya cálmate, estás algo pasado de copas tranquilízate, más tarde resolvemos esto. Me acerqué nuevamente a ella nuevamente la tomé una vez más del cabello y la empujé hacia abajo de modo que su rostro quedó a la altura de mi verga. La vista era gloriosa, ya la había imaginado así un millón de veces, ella hincada viéndome a los ojos desde abajo mientras se disponía a tragar mi verga, ese era una sueño recurrente para mí. Betty seguía un tanto confundida no sabía que hacer, yo estaba incontrolable acercaba su cara hacia mi miembro mientras ella trataba de ponerse de pie pero yo no sé lo permitía, entonces hizo algo que me dejó helado. Dejó de forcejear. Y comenzó a hablarme de una manera muy calmada y con el tono de niña mimada que tanto me excitaba escuchar. -Carlos, tranquilízate más tarde platicamos con calma, mientras tanto ve a tu cuarto y tranquiliza a tu ...
... amiguito un poco. Sin duda ella sabía lo que hacía, era experta siendo una puta, me dijo que me tranquilizara mientras pasaba su mano lentamente por mi abdomen y la colocaba sobre mi verga por encima del pantalón dando pequeños masajes de arriba hacia abajo que me volvieron loco, después lentamente acercó su linda boca a mi miembro que estaba completamente erguido y lo besó por encima del pantalón mientras me veía a los ojos. Jamás sabré si hizo eso para que la soltara o si realmente ella deseaba hacerlo. Me tranquilicé, la solté, y rápido se puso de pie frente a mí, se acomodó el vestido para regresar a la fiesta, caminó hacia la puerta pero fui inmediatamente detrás de ella y estiré mi brazo para tocar su culo nuevamente, era tanta mi desesperación por disfrutar ese culo que mi mano no se detuvo y levanto nuevamente una parte de su vestido. -¡Carlos! ¡Entiende, ya para! -¿Pensé que ya habiamos acordado que si podía hacer eso? Mi madre soltó una sonrisa nerviosa mientras se ajustaba el vestido de nuevo. Se acercó nuevamente a mí, se dio un beso en la palma de su mano derecha y la dirigió una vez más a mi verga totalmente erecta. -Ya te dije que te calmaras, ve a tu cuarto, imagíname y hazme lo que siempre has querido, ponme como siempre has querido y más tarde o mañana hablaremos de eso, ¡Ah! y yo si te doy permiso de que te vengas en mi cara, se que eso te gusta. Se dio la media vuelta y salió de la cocina para dirigirse a la fiesta nuevamente, mientras yo ...