1. El desafío


    Fecha: 18/09/2025, Categorías: Erotismo y Amor Autor: DulceJulieta, Fuente: TodoRelatos

    ... horas recibiría un castigo que se había auto impuesto. Titubeó. Allí, mientras lo dibujaba con los labios, pensó que tal vez estaba exagerando y que solo debían dejarse llevar por la pasión que los consumía. Se sentó, se abrió la bata y tomó la mano de él llevándola hacia sus senos. Él los acarició con suavidad. Tampoco quería apresurarse. También era consciente de la solemnidad del instante y quería alargarlo. No sabía si ya tenía permiso de tocarla. Se arriesgó y retiró la bata de los hombros de ella para que cayera por sí misma. Allí estaba ella desnuda para él. En ocasiones como esa sentía que la estaba viendo así por primera vez. La acarició despacio, muy suave, notando como la respiración de ella se aceleraba cada vez más. La tomó por los muslos y la espalda, y la sentó sobre él. Le dio un beso profundo, explorando su boca con la lengua a la vez que entraba en ella embistiéndola desde abajo. Los dos se movieron despacio, abrazados, compenetrados, acompasados. Hasta que los besos y el ritmo de sus caderas se hicieron más impacientes y ardientes. Ella llegaría primero y él no demoró en seguirla.
    
    El sábado en la mañana, Antonio fue el primero en despertarse. Después de abrir los ojos y espabilarse, ella fue una de las primeras imágenes que vio. Como casi todas las mañanas… despeinada, desnuda, solo cubierta por una sábana que marcaba su silueta de la que sobresalían sus hombros y parte de una de sus piernas.
    
    Esto será difícil. Pensó.
    
    La observó tratando de ...
    ... congelar la imagen en sus pestañas. Disfrutó del momento, respiró hondo y se levantó de la cama.
    
    Preparó el desayuno incluyendo café con leche que no podía faltar en las mañanas de María. Se lo llevó a la cama. Lo puso en la mesa de noche. Se acercó a ella con cuidado, besó uno de sus hombros y le acarició el cabello.
    
    - Despierta cariño.
    
    María se sentó en el borde de la cama de espaldas a él, todavía medio dormida. Su largo cabello enmarañado. La sábana se deslizó a través de su piel y cayó en la cama. Estiró un poco los brazos y se levantó completamente desnuda.
    
    Antonio la miraba con el mismo deleite con el que se mira un amanecer.
    
    María preguntó la hora. Eran las nueve de la mañana. Habían acordado que el desafío comenzaría cuando ambos estuvieran despiertos.
    
    Tenían planeado ir a caminar después del desayuno.
    
    Antonio ya estaba listo. Ella se vistió.
    
    Durante el desayuno platicaron distraídos de asuntos triviales. Pero de repente se tuvieron de frente uno al otro, con ropa deportiva que resaltaba sus respectivas figuras.
    
    Antonio llevaba una camiseta ajustada negra de manga corta y un pantalón deportivo holgado, gris oscuro, con bolsillos.
    
    María vestía completamente de negro con un top, una camiseta sin mangas ajustada y leggins tiro alto deportivos. Se hizo una coleta y se colocó unos aretes de oro de aro grandes.
    
    Se observaron en silencio por un momento. Como siempre, no hicieron falta las palabras.
    
    María recordó cómo había contemplado el cuerpo ...
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