El desafío
Fecha: 18/09/2025,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: DulceJulieta, Fuente: TodoRelatos
... desnudo de su amado unas horas antes y se estremeció. Apartó la mirada y la clavó en el piso. Se turbó.
-Vamos amor. Se nos hace tarde. Dijo finalmente.
Su recorrido fue alegre, lleno de bromas, comentarios chispeantes y risas. Casi todo el tiempo iban agarrados de la mano.
Al regresar, ambos tomaron un baño por separado. Antonio aprovechó este momento a solas para dejar caer el agua, dejarse llevar y tocarse mientras recordaba a María esa mañana con la ropa deportiva que marcaba su silueta, su sonrisa, la brisa trayendo su cabello sobre sus ojos, que él apartó con delicadeza, conteniéndose para no besarla. Fue un poco más atrás y la recordó desnuda sentada en la cama, adormilada… las líneas de su espalda, su cintura, sus caderas y sus muslos. Regresó todavía más en el tiempo y la recordó inclinada sobre él explorándolo con ojos, manos y labios, asegurándose que no quedara nada de su cuerpo sin tocar. A estas alturas, ya se hizo uno con el agua fluyendo hasta el desagüe de la ducha.
¡Ostras! ¿En qué me metí? Dijo para sí mismo.
¿Qué tenía de malo desear a la mujer que amaba? Sí, como animal en celo. ¿Qué tenía de malo vivir como conejos? No siempre serían jóvenes, tal vez no siempre se desearían así. ¿Por qué había aceptado someterse a semejante tortura? Se sintió como un gilipollas. ¿Por qué se había dejado convencer?
Rápidamente pasó del enojo a la risa.
¿Pues por qué? Era simple. Porque esa mujer lo volvía loco. Porque haría cualquier cosa por ella, ...
... por hacerla feliz, por esa sonrisa que iluminaba su rostro y ese par de hoyuelos que se formaban a cada lado de sus labios. Por esa mirada con ojos brillantes que decía tanto. Que lo amaba siempre… así, solo mirándolo.
Suspiró aceptando que estaba loco perdido.
Cuando habían acordado las reglas, María no había dicho nada con respecto a tocarse -y no pensaba preguntarle- así que supuso que de este modo apaciguaría un poco las ganas, pero no parecía funcionar. Su compañero no quería colaborar, estaba ahí, de pie, indómito, combativo… enojado con él.
¡Venga! Que ya no era un crío… Ya se las apañaría.
Las siguientes horas los dos se evitaron y ninguno hizo preguntas.
Hasta que llegó la hora de reunirse en la sala. Eran como las 5 de la tarde. Se sentaron en el sofá. Antonio tenía una camisa blanca, una pantaloneta azul oscuro y calcetines grises. María tenía una blusa de tirantes azul cielo, un short azul eléctrico estampado con flores violeta y calcetines azul cielo.
Ella fue la primera en sacar un papelito del sombrero: Lectura, decía.
-Tú primero amor. Dijo ella.
Antonio empezó leyendo un cuento corto de Murakami, uno de sus escritores favoritos: “La chica del cumpleaños”
El día de su vigésimo cumpleaños también trabajó de camarera, como de costumbre. Le tocaba todos los viernes, pero, de hecho, aquel viernes por la noche no debería haber trabajado…
El cuento habla sobre los sueños y deseos de juventud. Sobre lo que la vida hace con ellos.
María ...