1. Pausa matrimonial = despertar sexual


    Fecha: 19/09/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Diosa Nix, Fuente: TodoRelatos

    ... es solo… curiosidad. Supongo que no habrás pasado necesidad de hembra. —Guiño un ojo.
    
    —Una fachada impactante puede disuadir de conocer todo lo que hay dentro. —Hizo una pausa mirando al mar—. Solo he tenido tres relaciones largas. Con la última, pensé en casarme. Menos mal que no lo hice, porque estaba en el banquillo sin saberlo. Yo era el otro.
    
    —¡Oh! Lamento haber sacado el tema. No me cuentes más si no quieres.
    
    —Tuvo un aborto derivado de un embarazo ectópico. Ahí se descubrió todo, porque conmigo usaba condón. Tengo 30 años, está superado. De todo se aprende, Esther.
    
    Me dejó sin palabras. Los dos estábamos de acuerdo en pasar el resto del día en la playa. Enseguida encontramos una calita agreste para nosotros solos. La brisa alivia el calor. Roberto se queda en bañador negro, yo con mi bañador marrón de pierna alta y escotazo. Sus ojos me devoran en silencio y me siento bien. Hacemos la digestión sobre la misma toalla. Roberto lee en voz alta la novela que he traído. Con tanta relajación, me quedo frita sobre su hombro. Al despertarme su sonrisa me atrae tanto que le doy un morreo larguísimo. Repetimos media docena de veces hasta perfeccionar la técnica.
    
    —También te debía un beso bien dado. —Sonrío—. Me has devuelto las ganas de sentir y de vivir.
    
    Su respuesta fue besarme con más hambre todavía. Muy lentamente, me deja tumbada en la toalla. Acaricio su espalda sintiendo sus labios descendiendo por mi cuello. Nunca he estado tan cachonda. Me ...
    ... mira:
    
    —Cuando abriste la puerta ayer, tuve que hacer esfuerzos por no quitarte la toalla.
    
    —Deseaba que me la arrancaras a mordiscos.
    
    Volvemos a besarnos con deseo. Sus dedos deslizan los tirantes de mi bañador, que empieza a estar mojado en la entrepierna.
    
    —¡Joder, qué tetas! Las más bonitas que he visto nunca.
    
    —¿Te has tirado alguna vez a una madura?
    
    —No. Tú me vuelves loco…
    
    Acaricia mis globos despacio y aprieta mis oscuros pezones, produciéndome descargas en la raja. Tomo despacio su cabeza y la entierro en la carne para que mame. Sus labios me producen un placer exquisito.
    
    —Ummmm… ummm… —Lo oigo gemir de gusto comiendo como un recién nacido.
    
    Su felicidad me resulta excitante. Me mojo en abundancia. Sigue bajando hacia mi ombligo. Tiro del bañador hacia abajo y él me lo saca por los pies. Cuando se echa sobre mí, noto su erección dentro del bañador.
    
    —Pues sí que te pongo, muchacho. —Me río—. Menudo palo guardas ahí…
    
    —¡Pensaba que tus tetas perfectas eran de silicona y son de carne!
    
    Nos reímos. Sabe que me tiene y no se acelera. Cuando su boca roza mi monte de Venus, me abro de piernas. Un dedo acaricia mi entrada y lo recibe una descarga de flujo. Lo mete dentro y se me escapa un gemido. Sigue jugando con el dedo, besando mis muslos. Siempre me han gustado mis piernas, pero ya no son lo que eran. A él no parecen importarle mis arrugas, es un artista. Empieza a follarme fuerte con el dedo siguiendo el ritmo de mis gorjeos. Estoy empapada, hace años ...
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