La búsqueda (V): ¿Te da morbo mamársela mientras duerme?
Fecha: 20/09/2025,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: MN_IS, Fuente: CuentoRelatos
... resto del tiempo me crees tonta —se burló Isa. —A ti, ahora, ¿no te da morbo mamársela mientras está dormido?
—Pues… la verdad es que sí… Vaya, nada más de oírte, me dieron ganas de masturbarme.
—Pues a mí no. Si no hay lucha no hay morbo; y una persona dormida no lucha. Pero entonces, si quieres, mámasela, pues. Eso sí me daría morbo
—¿Verme te daría morbo?
—Sí. Muchísimo.
Moní siguió dándole gusto a Isa. Se colocó frente a Mario, a gatas sobre la cama, apoyada en los codos, y comenzó a hacerle sexo oral. Isa, mientras, se masturbaba acostada, viendo a Moní a los ojos.
Le encantaba hacer feliz a Isa, así que hacía que el sexo oral fuera lo más visual posible. Ladeaba la cabeza, para que el pene de Mario presionara en sus mejillas. Hacía que, con la presión, los cachetes se contrajeran dentro de su mandíbula. Pero la parte que más le gustó a Isa fue cómo Moní besaba el glande y se lo frotaba en la cara; Moní tenía el labio inferior más ancho que el superior, lo que hacía que los besos tuvieran una apariencia carnosa. Moní dejaba caer el miembro de Mario sobre su labio, y el peso se lo empujaba hacia abajo, abriéndole un poco la boca, que sonreía de verse observada.
En esos momentos, Mario respiraba muy dificultosamente, y era difícil saber si gemía o roncaba. Moní ni siquiera estaba segura de que siguiera dormido. En todo caso, no dio señales de estar despierto.
—¡Ya sé! —dijo Moní, muy emocionada, pero susurrando. —Sé cómo te podría excitar ...
... mamársela.
—A ver, a ver —le contestó Isa.
—Yo me siento de ladito, sobre uno de sus costados, y justo detrás de su verga. Y tú se la mamas así, entre mis piernas.
Mientras decía esto, Moní se sentó sobre la pierna izquierda de Mario, completamente abierta de piernas. Justo enfrente de la vagina de Moní, salía el miembro de Mario.
—Yo me froto un poco con esta cosa, mientras tú te la metes en la boca. Así, sentirás que me haces sexo oral a mí. Y como yo sí estoy despierta, y si puedo gemir y esas cosas, sí te dará morbo.
—Esto es muy raro… pero bueno.
Isa se acercó, también a gatas, al miembro de Mario. En efecto, Moní empezó a restregarse. Había propuesto esa posición, en primer lugar, porque quería sentir el aliento de Isa en su vagina, y tener su boca cerca. Le fascinaba la idea de que Isa le hiciera una especie de sexo oral, teniendo a Mario como mediador. En segundo lugar, la actuación que había dado para Isa la había calentado, y quería tener muy cerca el miembro de Mario. Esa posición le permitía tener a los dos juntos.
Isa se sentía muy extraña y empezó muy lento. Apenas se llevó el miembro a los labios, retrocedió un poco.
—Por favor… por favor —dijo Moní.
A Isa esto le pareció aún más raro… eran los hombres los que normalmente le pedían esta clase de cosas “por favor”. Pero vio a Moní a los ojos. Eran los ojos que quería ver: los ojos que le gustaban. Ojos de desesperación y urgencia. Se metió el miembro de Mario hasta la mitad del tronco, y empezó ...