1. Intercambio entre hermanas - completo (cap. 07)


    Fecha: 20/09/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Abel Santos, Fuente: TodoRelatos

    ... dejarme besuquear, por supuesto… Era la mejor manera de espantar a la borracha. Cuando por fin Ana dejó el tonteo, me pidió que la invitara a una copa. Lo dijo en alto, para que la mocosa lo oyera. La chica la miraba alucinada. Por supuesto, yo le dije que sí y pedí al camarero otro gin tonic. Ana miró a la borracha y le guiñó un ojo. Luego, con un par, va y le suelta: «hay que saber hacerlo, jovencita, no basta con tener dos tetas, hay que saber usarlas».
    
    Marta soltó una carcajada.
    
    —No me jodas… —dijo complacida—, genio y figura…
    
    Escruté la mirada de Marta. Había algo en su frase que demostraba todo lo contrario de lo que me hacía creer en relación a su hermana.
    
    —Se te ve muy orgullosa con Ana, ¿no?
    
    —No sé, lo normal… —replicó, mosqueada—. ¿Por qué lo dices?
    
    —Lo digo porque se supone que estás muy cabreada con ella y pretendes que me la folle para darle una lección. Pero, cuando te cuento cosas sobre ella, te brillan los ojos como si te inflaras de orgullo.
    
    Marta tragó saliva.
    
    —Anda, venga, no digas bobadas y sigue contándome… ¿hubo algo más?
    
    Dejé pasar la nube de tormenta y seguí relatando.
    
    —Al parecer, Ana se había calentado bastante con la escenita del teatro y con el rollo de Regina. Porque mientras bebíamos y charlábamos, me dio una patadita por debajo de la mesa y llamó mi atención sobre su entrepierna. Ni en cien años adivinarías lo que pasaba allí.
    
    —Joder… ¡suéltalo de una vez!
    
    —Ana se estaba pajeando delante de mí… y de todo ...
    ... aquel que quisiera verla.
    
    —¡No jodas! ¿Tan descarado era?
    
    —Ya te digo… No es que se viera desde cualquier posición, pero había un ángulo desde el que era imposible no verla. De hecho, había tres chicas en una mesa cercana que se dieron cuenta y la miraban riendo.
    
    —¿Ana no decía nada?
    
    —Nada en absoluto.
    
    —¿Y qué hacía?
    
    —Pues se tocaba con los dedos por encima de la falda, me miraba con los ojos entornados y de vez en cuando me daba una patadita para que no me perdiera detalle.
    
    —Joooder… Me dejas alucinada. ¿Llegó a correrse delante de todo el mundo?
    
    —No, que va, mucho peor. Cuando se notó a punto, se excusó y me dijo que se iba al baño a terminar.
    
    —¡Ostrás…!
    
    —Pero lo peor de todo es que había tres tíos que la habían visto y sabían a lo que iba… Y los muy hijos de puta se fueron tras ella.
    
    —¡No te creo…!
    
    —Ya te digo. Tuve que correr detrás de ellos. Ana había entrado en el baño de las chicas, que se hallaba vacío, y había dejado la puerta abierta. Luego se metió en un cubículo y empezó a pajearse para terminar la faena.
    
    —¡Me cago en la leche! ¿Conseguiste llegar a tiempo?
    
    —Mas o menos… Cuando llegué, los tres estaban junto al cubículo y daban golpes en la puerta. Ana daba gritos, como si estuviera a punto de correrse. Luego comprendí que era todo fingido, pero en ese momento… Me fui hacia ellos y empecé a apartarlos de allí. Casi me hostian, los cabrones. Cualquiera los apartaba con lo calientes que los había puesto tu hermana.
    
    —¿Cómo ...