1. Intercambio entre hermanas - completo (cap. 07)


    Fecha: 20/09/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Abel Santos, Fuente: TodoRelatos

    ... empezaba a correrse sobre su vientre. Aquello volvió a parecer una señal, porque justo entonces los dos hombres de la parte superior empezaron a correrse al unísono sobre la cara de Marisa. El cuarto hombre no tardó mucho más en hacerlo, sobre los pechos en su caso.
    
    Tras la eyaculación grupal, Marisa parecía un trapo viejo, repleto de semen todo su cuerpo, su cara, su boca y su pelo. Toda la humanidad de aquella mujer había desaparecido por completo. Solo un objeto usado era lo que parecía haber sobre la cama donde antes había una persona.
    
    Las luces se atenuaron y los hombres se retiraron al backstage. La mujer, sin embargo, se quedó abandonada sobre la cama, nadie se preocupó de desatarla.
    
    —¿Ha terminado? —preguntó Ana con un gesto de asco en la cara.
    
    —No sé, pero espero que sí —respondí—. Esto no es una obra erótica, precisamente, voy a tener que hablar seriamente con Marta.
    
    —Pero, si ha terminado, ¿por qué nadie se mueve? —se inquietó—. Seguimos tan encerrados como antes. Solo podríamos salir saltando sobre la gente.
    
    La respuesta no se hizo esperar. Tras unos minutos de descanso, los cuatro hombres volvieron a escena y se situaron alrededor de Marisa, con un deslizamiento en la posición de cada uno de ellos en el sentido de las agujas del reloj.
    
    —Se han intercambiado y van a volver a empezar… —se quejó Ana con las manos en la cara—. Serán canallas…
    
    *
    
    En efecto, el espectáculo empezó de nuevo. Cada hombre tenía una posición diferente, pero la ...
    ... función era una repetición de lo que acabábamos de presenciar. El cerdo del marido de Marisa seguía masturbándose lentamente a mi derecha. Sonreía y mostraba una mirada de loco.
    
    El resto de la función continuó por los mismos derroteros. Los cuatro hombres follaban y maltrataban a la mujer en su nueva posición y, finalmente, la llenaban de todo el esperma que sus penes enfermos eran capaces de eyacular. Cada vez menos, era entendible, pero siempre había alguno al que aún le sobraban líquido seminal suficiente para embadurnar a la mujer.
    
    Si en la primera ronda Marisa me había parecido un trapo viejo lleno de esperma, cuando las cuatro rondas de aquellos hombres terminaron, más parecía una piscina de esperma donde flotaba una mujer.
    
    Ana y yo, aunque nos confesábamos a punto de vomitar, no nos movimos del asiento. La excusa perfecta era que no podíamos escapar. Pero ambos sabíamos que la perplejidad y el morbo nos habían pegado a las butacas y no pudimos movernos hasta que la función se dio por terminada.
    
    No obstante, antes de que eso ocurriera, aún se nos reservaba una sorpresa. Cuando los cuatro hombres se retiraron tras su actuación y bajo los vítores del público asistente, el cuervo tomó la palabra de nuevo. Solicitó un aplauso para el marido de la «bella diosa» y le pidió que saliera al escenario. El calvo sabía a lo que iba, porque no se abrochó los pantalones, solo se los sujetó para que no se le escapara el pene antes de tiempo.
    
    Marisa se retorcía como ...
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