-
La aventura de mi amiga Fe (3)
Fecha: 21/09/2025, Categorías: Infidelidad Autor: MaduroCastellano, Fuente: TodoRelatos
... pero quiero que me hagas otra cosa. Solo la he hecho una vez y me gustó mucho. Pero me da muchísima vergüenza pedírtela. -No te preocupes. Seguro que me gustará mucho. -¿Seguro? -Sí, sí. -Ponme la mano detrás. -¿Cómo? -Quiero que me hagas lo que me estabas haciendo por delante, pero por detrás. Con un dedo. -¿Por el culo? Cuando lo dije sonó un poco abrupto. Estaba tan avergonzada que no contestó. A mí, su propuesta me puso a cien. Suavemente empecé a acariciar su ano y poco a poco introduje mi dedo índice en el culo de Fe. Ella dio un respingo y un gemidito, pero no se apartó. Con la voz gatuna que se le ponía cuando estaba especialmente cachonda, me dijo: -Está limpio, me he lavado bien con jabón cuando me he duchado. -Sí, es verdad. Se pueden comer unas sopas en él. -Que papón eres. Ahí dejamos de hablar y comenzamos a explorar nuestros límites, especialmente los suyos. Yo seguía con mi polla metida en su coño. Pero el protagonismo, sin duda, era en ese momento de su otro agujero. Ahí es donde estaba el verdadero morbo. No quise profundizar demasiado en la penetración digital, por lo que solo metí unos tres o cuatro centímetros de mi dedo. Cuando lo sacaba, acariciaba el ano por fuera, demasiado peludo, e incluso me atrevía con la protuberancia que le nacía en el lado derecho del orificio. Metí dos dedos de la otra mano en la vagina y le saqué una buena cantidad de flujo que unté en su ano para facilitar una nueva penetración anal de ...
... mi dedo. Ella seguía gimiendo. -Me tienes a cien- me confesó. -Yo también estoy super cachondo, paponcilla. Saqué el dedo y empecé a frotar mi pene por el exterior de su ano. A veces le apretaba fuerte. Me acordé de su almorrana. -¿Te hago daño? -Nooo…oooo – estaba tan excitada, que apenas podía hablar. En ese momento, me atreví. Corrí al cajón de mi mesilla, lo abrí, y saque un tubo de lubricante. Lo coloqué en la entrada de su ano y apreté. Ella dio un gritito (“qué frío está”) al sentir el lubricante en el interior de su culo. Después coloqué la punta de mi pene en su ano y comencé a apretar, con intención de entrar. -No te preocupes, solo te voy a meter la puntita. -Pareces un viejo verde engañando a una chica joven. -Ja, ja, ja. La verdad es que ha sonado un poco mal. No te preocupes, que te va a gustar. -No lo estás mejorando, papón. -Si quieres paro. -Me da un poco de miedo. Me atrae mucho la situación, pero no sé. -Podemos probar y me dices. Meto solo el capullo, nada más. -Podemos intentarlo, pero muy despacito, por favor. La tensión se cortaba con cuchillo. Cuando empece a entrar en su ano dilatado ella, gravemente y con voz de circunstancias, dijo, "Arriquitaun", peculiar expresión habitual en ella, que significa algo así como, "vamos allá" y que usa cuando no está del todo segura de lo que está haciendo. Así es como empecé a dar por el culo a Fe. Ciertamente, no se puede decir que la desvirgara el culo, pues como le ...