1. La aventura de mi amiga Fe (3)


    Fecha: 21/09/2025, Categorías: Infidelidad Autor: MaduroCastellano, Fuente: TodoRelatos

    ... prometí, no metí más de tres o cuatro centímetros, intentando no forzar la situación. Quería que los dos estuviésemos cómodos y que fuera un momento de disfrute y placer para los dos. Llevar nuestros límites un poco más allá, pero tampoco romperlos del todo. Creo que di con la tecla y conseguí el grado de penetración justo como para que ambos tuviésemos la sensación de que estábamos practicando sexo anal, con el morbo que eso implica, pero sin que le llegase a doler ni hubiese un desgarro que la hiciese sangrar. Mientras, para aumentar su placer, yo le masturbaba el clítoris suavemente. Ella estaba a gusto, porque no paraba de lubricarse.
    
    De vez en cuando, yo sacaba la polla de su culo y volvía a llenarlo de lubricante. En una ocasión, incluso, antes de echarle el lubricante, no pude evitar darle varios besos en el ano. Los dos estábamos borrachos de sexo y de placer. Fe, tan religiosa ella, estaba metida hasta las trancas en el pecado de la lujuria. Espero que no lo confesase ante ningún cura.
    
    Aunque el margen de penetración que yo tenía era muy pequeño, estaba tan excitado que vi que iba a conseguir llegar al orgasmo.
    
    -Fe, me voy a correr.
    
    Ella no dijo nada, solo gemía y decía cosas entre dientes que yo no entendía, así que como la que calla otorga, me dispuse a llenar su orifico anal con mi semen. Me corrí dentro de su culo. Como la penetración era muy poco profunda, al sacar la polla de su ano, rápidamente empezó a chorrear mi semen. Se formó un goterón que ...
    ... unía su culo con la cama.
    
    Fe se dio la vuelta. Tenía cara de estar un poco avergonzada. De hecho, cuando fui a besarla, ella, muy apurada, me apartó. Dijo, “lo siento, tengo que ir al baño”, y salió corriendo. Tardó en salir del baño más de quince minutos, en los cuales escuche como tiraba de la cadena varias veces. Supuse que la mezcla entre sexo anal, y la cantidad de lubricante y semen que había entrado en su orificio, parte del cual habría acabado en su intestino, habría provocado una aceleración de su tracto intestinal. Vamos, la vida misma, las cosas que no aparecen en las películas porno pero que sí ocurren en la realidad, pues somos personas de carne y hueso, en el caso de Fe y yo, además, personas ya en la madurez (e inicio de la decrepitud física, ja, ja, ja).
    
    Por fin, Fe salió del baño. No quise ni saber lo que había montado ahí.
    
    -Me he tenido que volver a duchar – me dijo con la cara muy roja, como se pone ella siempre cuando algo le da pudor.
    
    -No te preocupes, mi ducha es tu ducha. Bueno, al final resulta que sí tenías una fantasía. Pídesela a Iván la próxima vez.
    
    -Ni de broma, papón. Esto no lo voy a hacer nunca más.
    
    -¿No te ha gustado?
    
    -No ha estado mal – sonrió con una bellísima cara de salida. Desnuda y con esa cara, ahora sí parecía una auténtica furcia, dicho en el mejor sentido de la palabra, a pesar de su habitual aspecto monjil. - Pero no lo voy a hacer nunca más. Estoy demasiado mayor para esto.
    
    -¿Te he hecho daño?
    
    -No, bueno en ...
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