Mi amigo mayor – Parte II
Fecha: 23/09/2025,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Gays
Masturbación
Autor: Francisco EK, Fuente: SexoSinTabues30
Tembloroso me puse de pie, y aún sin asimilar lo que había sucedido, me vestí de nuevo para ir a la ducha.
No les mentiré; esa noche fue difícil y no precisamente por la falta de electricidad, el sofocante calor y los moscos. Fue difícil por qué no podía sacar de mi cabeza lo que hasta entonces había sido mi mejor y más cercana experiencia a algo sexual real.
Dicho recuerdo fue la causa de innumerables pajas, mi mente trabajó de tal forma que llegué a imaginar hasta el más mínimo detalle del cuerpo desnudo de quien quería que fuera mi hombre. Imaginaba sus nalgas, guiado por las proporciones que se marcaban desde los shorts un tanto holgados que usaba, en mi mente todo su cuerpo hacia armonía con su notable panza, sus brazos grandes, bien trabajados, y esa enorme espalda con un matojo de vello al final, estaba seguro que su culo sería como dos almohadas suaves, con sus nalgas redondas, cubiertas de abundante y oscuro vello, aunque en menor cantidad en comparación a como creí tendría en la verga y en sus grandes huevos.
Habían pasado ya tres tardes en las que prefería quedarme en casa, no sabía cómo iba a reaccionar al volver a tenerlo enfrente, sentía una especie de vergüenza extraña, como si él pudiera leer mi mente, sabiendo así lo mucho que lo desaba. Sin embargo el aburrimiento sumado a las enormes ganas que tenia de volver a verlo me llevaron a abandonar mi habitación y dirigirme a aquel terreno despejado donde solíamos jugar béisbol por las tardes.
Cuando ...
... la ausencia de luz comenzó a dificultar poder observar la pelota, tanto adultos como los niños y jovenes que se encontraban jugando se comenzaron a separar sentándose sobre el pasto, en esta ocasión no me sumé al grupo de señores, no me sentía preparado para volver a estar tan cerca de él.
Ese día mi padre llegó a buscarme, saludando a muchos de aquellos hombres que eran amigos de él. Como no era muy común ver a mi padre por ahí ya que él prefería pasar las tardes descansando en casa, muchos con cierta sorpresa cuestionaron su presencia, a lo que desde lejos lo escuché responder.
— Vine a buscar a mi hijo, lo estoy esperando desde las seis para ir a encender las bombas del riego, pero creo que se le olvidó.
Al escuchar esto me levanté rápidamente y caminé hacia mi padre, efectivamente me había comprometido con el para ayudarlo en el riego, un trabajo que al menos cada tres semanas debemos hacer en la siembra para que esta sea productiva, el riego suele hacerse de noche pues dicen que el agua se aprovecha de mejor manera. Nos despedimos de sus amigos, yo discretamente voltee a ver a mi hombre; sentí escalofríos al ver que el me también me miraba a mi, entonces caminé hacia la motocicleta de mi papá y nos fuimos para el campo donde teníamos que trabajar.
La noche pasó con normalidad, el trabajo no era pesado pues solo consistía en cuidar que los aspersores funcionaran correctamente y cambiarlos de lugar cada 3 horas. Mi padre repartió el terreno de trabajo y cada ...