1. Por el culo no que me lo rompes, padrino


    Fecha: 25/09/2025, Categorías: Incesto Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... rompes, padrino.
    
    No le hizo caso. Le echó las manos a las tetas y magreándolas metió la punta de la cabeza. Camila estaba asustada.
    
    -¡No metas más que la puntita!
    
    A la puntita le siguió la cabeza entera. Fue como si le metiera un supositorio. No le desagradó.
    
    -¡Cómo llena!
    
    Emilio excitado como un toro y con la polla dura cómo una roca, le dijo:
    
    -¡Llenar te voy a llenar yo el culo de leche!
    
    Camila no se quería quedar cómo se quedaba con su novio.
    
    -¿Y yo qué?
    
    -Tú te vas correr cómo una perra.
    
    Se la clavó hasta el fondo.
    
    -¡Diosss!
    
    -Enseguida te empezará a gustar.
    
    Le giró la cabeza con una mano y besándola le folló el culo muy lentamente. Al rato le dijo Camila:
    
    -Ya me gusta, padrino.
    
    -Y más que te va a gustar.
    
    Camila con toda la polla dentro del culo, le echó una mano a los huevos, se los acarició, y le dijo:
    
    -A ver si es verdad.
    
    Emilio comenzó un mete saca especial… Al sacarla la sacaba del todo, la volvía a engrasar con manteca, volvía a poner la punta en el ojete y de un viaje, con suavidad, se la metía hasta el fondo… Camila gemía sin parar. Estaba gozando una cosa mala y se lo dijo.
    
    -¡Hostias qué gusto, padrino!
    
    -Gusto es el que vas a sentir cuando te corras.
    
    Así estuvo un par de minutos, después comenzó un frenético mete y saca. El coño de Camila goteaba cómo un grifo cuando la polla de su padrino salió de su culo y entró en él. Tenía un coño estrechito. La polla le entró casi tan apretada cómo en el ...
    ... culo. Le dio caña mientras amasaba sus tetas y jugaba con los pezones. Al ratito, le dijo:
    
    -¡Me corro, padrino!
    
    Al comenzar a correrse se la sacó del coño, se la metió en el culo y se corrieron juntos, ella se corrió temblando, chillando cómo una coneja y haciendo un charco de jugos sobre el taburete y las baldosas de la cocina y él dentro del culo jadeando cómo un perro.
    
    Al acabar Camila se dio la vuelta, le dio un pico y le dijo:
    
    -¡Eres el amante perfecto!
    
    -Me gusta que me des cera.
    
    Emilio puso una rodilla sobre las baldosas. En el coño de Camila vio dos colgajos de jugos que parecían mocos, los lamió y después lamió el coño, al lamerlo se encontró con una especie de pasta babosa que se tragó, luego le echó las manos a las caderas y lamió su clítoris de abajo a arriba, después lateramente, al ratito de modo transversal, luego alrededor, y a continuación de modo aleatorio y metiendo y sacando la lengua en su vagina para ir tragando sus jugos, jugos que un tiempo después salieron en cascada cuando se corrió en su boca, diciendo.
    
    -¡Qué bueno eres!
    
    Camila se corrió como una loba y Emilio se hartó de beber de su coño fresquito.
    
    De vuelta a la sala se sentaron cada uno en un sofá. Camila abrió la botella de tío Pepe y el paquete con los pasteles. Cogió uno, se levantó, fue junto a su padrino, se lo puso en la boca, él mordió un trozo relleno con crema, ella se comió el resto, después lo besó con lengua y a continuación poniendo cara y voz de mimosa, le ...