1. Por el culo no que me lo rompes, padrino


    Fecha: 25/09/2025, Categorías: Incesto Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... preguntó:
    
    -¿Está más rico el pastel que mi coño?
    
    -No, prefiero tu coño. Sabe mejor
    
    Se levantó, y le dijo:
    
    -Voy a buscar un par de vasos.
    
    Emilio miró para su culo redondito, vio cómo se iba moviendo de un lado al otro, y le dijo:
    
    -¡Estás mejor que la empanada de maíz con berberechos!
    
    Camila giró la cabeza, sonrió y le dijo:
    
    -Con las ganas que me comió el coño no me cabe la menor duda.
    
    Camila volvió con los vasos y el tarro de manteca. A Emilio no le salían las cuentas.
    
    -¿Le vas a echar manteca a los pasteles?
    
    A Camila sí le salían.
    
    -No, es para tu polla. Sé que los hombres tardan en empalmarse después de correrse.
    
    -¿Y quieres ponérmela dura untándola con manteca?
    
    -Eso y otra cosa.
    
    A Emilio le latía que le gustara el sexo anal. Pensó que ya puestos en harina tenía que intentar traerla a su terreno.
    
    -Sabes, tengo una fantasía que sé que me la pondría dura.
    
    -¿Cuál es?
    
    -¿Ver a una mujer con un cuerpazo cómo el tuyo haciendo un striptease?
    
    Camila rompió a reír.
    
    -Yo haciendo un striptease, quita, quita.
    
    -Verte debe ser una gozada. Fijo que me empalmaba cómo un burro.
    
    -Un striptease no lo sé hacer, pero una paja, sí. ¿Te vale?
    
    -¿Y si hacemos una paja mirándonos sin llegar a corrernos?
    
    -Me gusta la idea
    
    Camila estiró las piernas, se recostó en el sofá, metió una mano dentro de las bragas y jugó con su coño mientras miraba cómo su padrino se tocaba la polla por encima del pantalón. Al rato bajaba las bragas ...
    ... hasta los tobillos, abría las piernas y se acariciaba el clítoris con dos dedos. Emilio sacó la polla morcillona y comenzó a menearla… Pasado un tiempo, al meter Camila los dos dedos dentro del coño, sacarlos, chuparlos y volver a meterlos a Emilio la polla se le puso dura. Poco después ya los dedos chapoteaban dentro del coño; "¡Clash, clash, clash…!" La polla y la palma de la mano de Emilio estaban mojadas. Camila mirando cómo la mano bajaba y subía, subía y bajaba, comenzó a gemir cada vez más aprisa.
    
    Llegara al punto de no retorno. Sus ojos se cerraron de golpe, paró de gemir mientras se encogía, y acabó gimiendo de nuevo, mirando para la polla erecta.
    
    Al acabar, con una cara de felicidad que daba gusto verla, subiéndose las bragas, le dijo:
    
    -No pude aguantar. ¿Unos pasteles y un traguito para reponer fuerzas?
    
    Emilio guardando la polla, le dijo:
    
    -Cómo tú digas.
    
    -Después igual me animo.
    
    -¿A qué?
    
    -Si me animo ya lo sabrás.
    
    Un tiempo después se animó y lo supo. Camila puso música de piano en el móvil y comenzó a hacer un striptease. Contoneando las caderas quitó la chaqueta, y la tiró al piso, desabotonó la blusa y después la tiró sobre la chaqueta. Luego se quitó la minifalda. Quedó en bragas blancas y sujetador a juego, medias negras con ligas rojas y los zapatos de tacón de aguja. ¡Qué cuerpazo tenía!
    
    Se dio la vuelta y sin dejar de bailar contoneando las caderas movió los brazos cómo si fueran alas de mariposa en vuelo. Se quitó el sujetador, se ...