1. Economista y muy prosti: Con dos diplomáticos (1)


    Fecha: 26/09/2025, Categorías: Confesiones Autor: Dessert3, Fuente: CuentoRelatos

    16 de septiembre, 9 de la mañana, llamada al putifono. Me aparece el número grabado como “Hotel”.
    
    -Buenos días, ¿es la señora Sofía?
    
    -Sí, soy yo, lo reconocí por la voz, lo recuerdo.
    
    -¡Qué bueno! Temía que no me reconociera.
    
    -También recuerdo sus miradas y el tocarme en el ascensor.
    
    -Siempre se lo agradeceré. Le pido que me disculpe por molestarla, pero el señor Tiburón (ja ja, debo ponerle un nombre) me dijo que si surgía algo muy importante podía llamarla.
    
    -Ayer un colega de otro hotel me pidió ayuda.
    
    -¡Cuanto misterio! ¿De qué se trata?
    
    -A veces los empleados en ciertos cargos y con ciertos conocimientos nos ayudamos, aunque seamos de diferentes hoteles. Un colega me ha pedido ayuda pues está totalmente perdido ante un requerimiento que le han hecho.
    
    -¿Concretamente que le han pedido?
    
    -¿Puedo ser claro y directo?
    
    -Sí, claro que sí, ¡no siga dando vueltas!
    
    -Dos huéspedes han llegado al hotel donde él trabaja, y le han pedido lo mejor de lo mejor para atender a los dos. Les mostró el book de sus chicas y nada los convenció. Recurre a mí y yo pensé en usted. Después de verla no tengo dudas, pero no sé si atender a dos personas será de su interés.
    
    -¿Lo pienso unos minutos y lo llamo?
    
    -Espero su llamada. Yo también me juego una pequeña parte en esto.
    
    Cortamos, llamé a Tommy que por suerte pudo atenderme y convinimos hacerlo con condiciones especiales.
    
    -¡Hola!
    
    -¿Señora Sofía?
    
    -Dime Sofía simplemente, y vamos a tutearnos. ...
    ... Anotá mis condiciones.
    
    -¡Adelante! ¡Qué bueno!
    
    -Son desconocidos sin referencias, mi marido estará presente. 3k cada uno. Y se hace sobre fin de semana. Tienen tiempo de hacerse análisis, es mucho más disfrutable. Lo que yo diga que no, será no. Previamente, deberemos conocernos para café o cena. Transferencia o efectivo al comenzar. Cero alcohol o drogas, y ningún tipo de violencia ni cosas desagradables. Me avisan, tú o tu colega.
    
    Y aceptaron la reunión previa, aunque algo preocupados por el arancel. La respuesta fue clara: “Es eso o nada”. Lejos estaba yo de saber en ese momento que éste contacto me abriría la puerta a un nuevo universo, el de los diplomáticos.
    
    Sería solamente una reunión cordial, para conocernos, (más bien para ver si les gustaba), y como estaban alojados en uno de los al menos cuatro hoteles de la Rambla de Pocitos, la discreción estaba garantida, simplemente parecería una reunión de trabajo, de tantas, de ellos con Tommy y conmigo. Llegamos sobre las 18.30, nos identificamos a nuestro contacto y nos llevó a la reunión.
    
    Yo, previsora, pensé junto a Tommy un plan de acción y llevé en un bolso deportivo la ropa para ejecutarlo. Llegamos a una de las habitaciones (cada uno tenía la suya), y al instante supe que yo quería, ¡más bien debía! coger allí. La cama, king size, está a más o menos un metro o metro y medio de la ventana, la ventana es de techo a piso, y permite ver íntegramente la Rambla de Pocitos. No tuve dudas, quería estar en cuatro, ...
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