1. Gay, Casos de la Vida Real


    Fecha: 26/09/2025, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Jesus tsukishiro, Fuente: TodoRelatos

    ... sonrojaba Cristian.
    
    – No te preocupes. – Hablaba con sonrisa.
    
    Pero mi mente si estaba captando; sólo debía ser paciente y si no era hoy posiblemente sería mañana con alguno de ellos, tal vez él y no con el mexicano.
    
    – Disculpa Santita, ¿tendrá más agua? – Agustín, el hombre de Mexicali, me preguntaba enseñándome el vaso vacío, interrumpiendo mis pensamientos intrusivos.
    
    – ¡Ay sí, perdón, iré por ella a la cocina! – Exclamaba, en lo que les daba la espalda para dirigirme a la cocina.
    
    En lo que iba escuchaba sus murmullos; “esa vieja se ve bien buena”, “se ve que ha de querer verga”, “¿creen que afloje?”, “si afloja le damos entre todos”, “ojalá que sí, total no están ninguno de los dos supervisores y el Ismael nos dará chance de coger, va”, “sí pero iría primero yo”.
    
    El simplemente escuchar esos murmullos me hacían sonreír, pero también me ponía nerviosa por qué mi idea era sólo con uno no con todos pero si se daba la oportunidad, pues adelante, a quién le dan pan, que llore.
    
    Tomaba la jarra y caminaba al comedor, regresaba caminando directo a servirles agua, cuando Joaquín, el hombre de Venezuela, se levantaba y sin fijarse que yo estaba por servirle agua a Agustín, me pegaba con su brazo y derramó casi toda la jarra sobre la blusa y el short.
    
    – ¡No inventes! – Exclamaba al sentir el agua fría.
    
    – ¡No, perdón, perdón! – Joaquín muy apenado me miraba.
    
    – ¡Qué pendejo eres! – Le gritaba Ismael. – No, no pasa nada. – Le decía
    
    – ¡Ya me quedé sin ...
    ... agua! – Exclamaba un poco molesto Agustín.
    
    – No, en la cocina hay más, puedes ir por las jarras si gustas. – Le decía en lo que colocaba la jarra en la mesa y me comenzaba a exprimir la blusa.
    
    – Iré yo, no se preocupe. – Oliver, de Costa Rica, amablemente decía en lo que iba a la cocina.
    
    – Muchachos, subiré a cambiarme, se quedan en su casa, no tardo. – Me dejaba de exprimir la blusa.
    
    El frío de la misma agua ocasionaba que mis pezones se pusieran duros y paraditos; era inevitable que ellos me vieran, no me importó.
    
    – No pasa nada, me cambiaré rápido y enseguida pasa, sigan comiendo sin problema, no pasa nada. – Sonreía un poco, en lo que con mis manos acomodaba la blusa para que más se notaran mis pechos erectos.
    
    Me di la media vuelta y subí las escaleras, quedándome a tres escalones de estar en planta alta, podía escucharlos aún.
    
    – Esa mujer si quiere verga, se le nota. – René de Honduras les decía en voz alta.
    
    – Shh… habla más bajito que vaya a escuchar la señora. – David de Colombia le callaba.
    
    – Pues no dice mentiras mi compatriota René, se ve que esa mujerzota anda necesitada de hombre, en el tiempo que hemos estado aquí laborando, he visto que cuando sale con su camioneta pasa lentamente y nos miraba a cada uno como con lujuria. – Luis de Honduras, les decía a sus compañeros un poco nervioso.
    
    – Ahora que lo mencionas también me percataba de eso, pero igual decía que eran ideas mías por el calor o alguna fantasía causada por la insolación, ...
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