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La novia de mi padre
Fecha: 27/09/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Adulto38, Fuente: CuentoRelatos
... duro. Sentí que me tragaba la tierra. No sabía dónde meterme. La miré y ella estaba ahí, tranquila, como si me estuviera hablando del clima. Pero esa mirada suya, esa forma tan calculada de soltarlo, me dejó claro que había visto todo. —No sé de qué me hablás —le dije, haciendo el intento más patético de disimulo. Ella me miró fijo, ya no había sonrisa ni juego en su cara, había una determinación firme, como cuando una profesora sabe que el alumno está mintiendo. —No disimules más —me retrucó—. Te vi haciéndote la paja con mi tanga. Me congelé, ya no había a dónde escapar, no había forma de inventar nada. Me tenía acorralado. —Perdoname… fue un impulso. No lo voy a volver a hacer —le dije, bajando la mirada. Me sentía como un nene chico atrapado en falta. Ella se quedó en silencio unos segundos. Luego me dijo algo que sonó a sentencia: —Soy la novia de tu padre. Estás cruzando un límite peligroso. El tono fue serio, pero en sus ojos… en sus ojos había otra cosa. No era solo enojo, era intriga, curiosidad viva, y lo confirmé con su siguiente pregunta: —¿Por qué decís que fue un impulso? La miré, ya estaba todo a la luz, no tenía sentido seguir escondiéndome. Y la verdad, algo en mí ya no quería esconderse más. —Es que me parecés muy atractiva… —le dije, con el corazón en la boca—. Desde que te vi, no puedo dejar de pensar en vos. Sus cejas se alzaron apenas. Quería más. —¿Y en qué pensás? —me preguntó. Me la estaba dejando ...
... servida. Y yo, jugado como estaba, me tiré al agua de cabeza. —Pienso en tus ojos, en tu boca, en tu cuerpo… pero lo que más me vuelve loco es tu acento en inglés. Ella soltó una pequeña risa, incrédula pero encantada, como si no pudiera creer lo que escuchaba, pero le fascinara al mismo tiempo. —¿Te calienta mi inglés? No me digas que te pajeás pensando en mí hablando en inglés… No dije nada. Solo asentí, tragando saliva. No había vuelta atrás. Ya no me importaban las consecuencias. Ella lo supo. Se levantó de golpe. Pensé que se había enojado, que iba a gritarme, a echarme, a armar un escándalo, pero no. Dio unos pasos hacia mí, con calma. Sus caderas se movían lentas, firmes. Yo la miraba fijo, sin entender bien lo que estaba pasando. Se acercó… pensé que iba a besarme, pero no. Fue directo a mi oído. Y en ese tono tan perfecto y elegante al mismo tiempo, me susurró en inglés: —I liked seeing my thong wrapped around your cock… Los ojos casi se me fueron de órbita. La pija empezó a hincharse al instante, como si hubiera entendido perfectamente cada palabra, más rápido que mi cerebro. Ella lo notó, sonrió, y sin dejar de mirarme, se acercó aún más. Su perfume me envolvió, su respiración me rozaba el cuello. Y ahí, al oído, con esa voz que ya me había hecho acabar tantas veces en soledad, me susurró otra frase. La que me desarmó por completo: —Do you want to fuck? Me tomó de la mano, no dijo una palabra más. Me guio por el pasillo sin apuro, con ...