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La novia de mi padre
Fecha: 27/09/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Adulto38, Fuente: CuentoRelatos
... arriba y abajo, haciendo que mi verga desapareciera entre ellas. No le respondí. Solo gemí. Sentí el calor de su piel, la presión perfecta mientras ella me pajeaba con ese ritmo lento, húmedo, sucio. Aceleró un poco el movimiento, haciendo que el glande le rozara el mentón. Su respiración se volvió más agitada, y entonces, sin previo aviso, bajó la cabeza y me la chupó. Primero metió la punta en su boca con una delicadeza criminal. Luego empezó a chuparme la pija con hambre, mojándola toda con su saliva, haciéndola. Movía la cabeza con ritmo, tragándosela despacio, bajando hasta donde podía y sacándola con un pop que me hacía vibrar las piernas. Me miraba desde abajo con esos ojos cómplices. Yo la miraba sin poder creerlo. Después de unos minutos chupándomela, se la sacó de la boca con un hilo de saliva colgando, me la acarició con las tetas una vez más y luego se incorporó. Se paró frente a mí, y me la volvió a agarrar con una mano, pajeándomela lento, como si me preparara para lo que venía. Se me acercó al oído, su respiración caliente me erizó la piel, y con ese tono inglés que tanto me volvía loco, me susurró bien clarito: —Fuck me… No hizo falta más. Se dio vuelta y se apoyó sobre el borde de la cama, de espaldas a mí. Apoyó las manos y sacó bien el culo. Lo movía en círculos, meneándolo lento, provocándome. Yo me acerqué jadeando, al borde de estallar. Le saqué la tanga muy suave, ella seguía meneándose. Luego me ensalivé la mano y le ...
... rocé la concha con los dedos. Estaba mojada, caliente, completamente preparada. Le pasé la saliva mezclada con sus propios jugos por los labios, y después le puse la punta de la pija en la entrada. Ella gimió apenas me sintió ahí. La agarré fuerte de la cintura. No esperé más. Se la metí de una, hasta el fondo, con una sola embestida que hizo que se le escapara un grito agudo: —Ahhh fuck! Yes! Me quedé unos segundos ahí, sintiéndola temblar. Tenía la concha apretada, caliente, deliciosa. Empecé a cogerla con fuerza, con todas las ganas acumuladas desde el día que la vi entrar por primera vez a casa. Cada embestida era un desahogo, cada golpe de cadera era una fantasía hecha realidad. Ella gemía como poseída, con el culo rojo de tanto que chocaba contra mí. Y lo hacía en inglés, mezclando gemidos con frases sucias que me hacían perder la cabeza. —Yes baby… fuck me harder… deeper… oh my god… Eso me volvía loco. Su voz en inglés, tan limpia, tan perfecta, pero diciendo esas barbaridades mientras la empalaba sin piedad. Le clavaba la pija hasta el fondo y la sentía apretarme con fuerza, como si no quisiera soltarme. Yo la seguía cogiendo con todas las ganas. La agarraba de la cintura, después de los pelos, después del culo. No quería parar. Quería romperla. Y ella lo pedía todo. En inglés. Como siempre soñé. En un momento, con la cara roja, los pelos desordenados y la respiración entrecortada, ella se soltó de mis manos y giró el cuerpo. Se tumbó boca ...