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La familia del marido de mi hermana (21)
Fecha: 27/09/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Alfonso, Fuente: TodoRelatos
... padres, mientras ella vigilaba desde el marco de la puerta de su habitación. Aquello la excitaba sobremanera. - ¿Te gusta mi nuevo look? – me dijo inclinando la cabeza hacia un lado de forma coqueta. - Tengo que decirte que te sienta bien. Aunque puedo reconocer esa melena de cuando empezamos y no te depilabas. Se giró para darme la espalda y se inclinó a la vez que se habría su precioso culito con ambas manos. - Y esto, ¿lo recuerdas cuando me lo desvirgaste? La polla me latió con más fuerza al recordar aquel momento, algo que no olvidaré jamás. El día que abrí su precioso culito con delicadeza. Ella tumbada en la cama, boca abajo, y yo mirando los dos meloncitos abiertos untándole crema hasta ponerlo brillante y jugoso. Primero con un dedo, embadurnado bien de crema, metiéndoselo y sacándoselo mirando obsesivamente cómo se iba abriendo. Y sin parar de preguntarle si la hacía daño y si le gustaba. Recordaba su deliciosa voz de adolescente curiosa y deseosa, repitiéndome que le gustaba y que quería más. Isa nunca había tenido límites y siempre le había gustado llevar cada experiencia al máximo. Mi mente recordaba con detalle la larga hora que estuve horadandola el culito. Cómo le metí seguidamente dos dedos viendo abrirse el enrojecido agujero mientras ella retorcía la sábana con sus dedos y jadeaba con euforia pidiendo más y más. Acabé metiéndola tres dedos dejándola el ano con una abertura imponente, y perfectamente preparado para sodomizarla con mi ...
... robusta polla. Cuando me puse sobre su contorneado cuerpo lleno de curvas y carne jugosa, mi mente explotó de lujuria. Era el primer culito que me iba a follar, y además, era el de mi preciosa y caliente hermana. Recuerdo sus palabras sedientas de sexo y activando más la lujuria que ya rebosaba en mi cabeza. “La quiero toda, hermanito. Toda dentro de mi culito” Cuando incrusté el endurecido capullo en su enrojecido agujero fue una de las sensaciones más maravillosas de mi vida. Sin tener ninguna experiencia ninguno de los dos fue de maravilla. Su agujero, tremendamente abierto por mis dedos, se cerró succionando mi capullo, y tuve que hacer verdaderos esfuerzos para no correrme en el acto. Apreté muy despacio mirando cómo mi polla se enterraba en su precioso agujero hasta que conseguí meterla entera sin correrme. Recuerdo esa pregunta tonta que le hice con la mente totalmente turbada. “¿Te gusta?”. Y su respuesta, mucho más creativa y excitante. “Mas que los dedos. Me encantaría dormir está noche con toda esa carne dentro”. Comencé a follarla el culito con todo mi cuerpo tenso intentando que aquello durase. Pero con la polla metida en ese delicioso agujero y su lenguaje soez, me fui de varilla al momento soltándole una cantidad de leche increíble, más de lo que yo pensaba que podía almacenar. Sus ansias sexuales y su lenguaje desgarrado y sediento de sexo, me hicieron seguir después de haberme corrido. Quería más; Isa siempre quería más. Y estuve casi una hora ...