1. Primera vez con mi hermano


    Fecha: 29/09/2025, Categorías: Incesto Autor: bertus1985, Fuente: TodoRelatos

    María era una adolescente con el cuerpo ancho y bajo, bien desarrollada, tetas grandes y culo gordito, lo que llamaríamos una “gordibuena”. De piel muy blanca, pelo rizado castaño oscuro
    
    Antonio, su hermano, era también joven, bajito como ella, con cara de buenazo, también le sobraban algunos kilos, pero más de fuertote que de gordo.
    
    Lucía, su madre, era como María pero más alta y delgada, igual de ancha de caderas y más tetona.
    
    La joven María empezaba a comprender ciertas cosas que pasaban en su casa. Cuando más pequeña no entendía algunas cosas que veía u oía, pero su adolescencia y ya buen desarrollo físico en mujer adulta le despertaron instintos y deseos.
    
    Empezó reconociendo ciertos hábitos en su propia madre; más de una vez entró a la habitación de sus padres y la encontró sola, como solía estar dado que su padre trabajaba de sol a sol, sudorosa y con los ojos cerrados; sus piernas abiertas debajo de las sábanas y, cuando la veía, se revolvía y se enfadaba diciéndole que avisase antes de entrar, cosa que nunca hacía más por picaresca que otra cosa
    
    Abrió con sumo cuidado la puerta para que ella no se enterase. Era verano, hacía mucho calor.
    
    Estaba con los ojos cerrados, mordiéndose el labio. Su camisón descubría una teta, y sus muslos blancos destacaban a sendos lados de una mata negra de pelo largo, negro y rizado.
    
    Sus rodillas estaban dobladas y las piernas bien abiertas. Con ambas manos se penetraba el negro y rojo coño con un objeto de madera que ...
    ... creyó reconocer como el mango de un cepillo que siempre tenía en su tocador.
    
    María estuvo unos segundos viéndola revolverse, sobarse los pechos y penetrarse, entrándole calores y sudores.
    
    Aquella noche esperó a que su hermano Antonio se durmiera en la litera superior y se tocó con delicadeza sus genitales, explorando cada centímetro, buscando las zonas que más placer le daban, teniendo su primer orgasmo. El primero de muchos, puesto que todas las noches se masturbaba, cada vez con más práctica y calidad.
    
    Una mañana que su madre se fue a comprar y se quedó sola en casa, se acercó a la mesita. Cogió el cepillo de su madre y lo olisqueó; olía a jabón de flores. Se sentó en la cama, se bajó pantalones y bragas y empezó a sobarse el coño como hacía a menudo hasta tener próximo el orgasmo, manteniéndolo. Entonces usó el mango para frotarse la raja, cada vez hundiéndolo más. Por las revistas supo que el dolorcito que sentía era su virgo.
    
    Estaba muy cachonda, muchísimo, el mango entraba y salía hasta el punto en que empezaba a sentir dolor. Llegó el orgasmo frotándose el clítoris y sintió la imperiosa necesidad de apretar. Y apretó, se clavó el mango del cepillo lo más hondo que pudo, sintiendo un dolor agudo, teniendo que dejarlo dentro porque no podía respirar entre el orgasmo y el dolor.
    
    Se lo sacó con sumo cuidado, viendo un hilillo de sangre correr por un lado y por su pierna. Lo limpió y dejó en el mismo sitio, volviendo a su cuarto escocida
    
    Durante un par de ...
«1234...7»