1. Primera vez con mi hermano


    Fecha: 29/09/2025, Categorías: Incesto Autor: bertus1985, Fuente: TodoRelatos

    ... matrimonio. No pudo abrirla, estaba atrancada.
    
    Salió al patio y esquivó las plantas, encaramándose a una de las piedras decorativas para ver por la ventana la habitación de sus padres. Descubrió que lo que impedía abrir la puerta era la tabla de planchar colocada sobre el pomo. También descubrió que su madre no podía pasar sólo con dedos, objetos y su marido; el vecino la estaba jodiendo a cuatro patas bien agarrado a sus caderas, sólo con los pantalones y calzoncillos bajados y ella con la bata levantada hasta la cintura, tapándose la boca con la mano.
    
    María tuvo que hacerse un dedo viendo a aquel hombre follarse a su madre, sacar la polla de su empapado y brillante coño y agitarla hasta soltar la leche encima de su trasero.
    
    Corrió lo que pudo hasta su habitación, oyendo minutos después cómo se largaba el vecino y su madre volvió a abrir la puerta para preguntarle de nuevo si necesitaba algo.
    
    Tal cual su hermano volvió del trabajo, le contó lo que había visto, y él también se excitó aunque creía que había visto mal.
    
    No, no había visto mal. Algunas noches su padre no venía a casa porque tenía que ir con el transportista a llevar mercancía fuera. Como María se desvelaba con más facilidad por su estado de excitación, una de esas noches descubrió otro hito en la vida de la guarra de su madre.
    
    Bien entrada la noche, con todo en silencio, oía el crujir de la cama de su madre. Se levantaba e iba un momento al garaje, para volver a la habitación. María miraba ...
    ... desde su puerta los movimientos de su madre, que traía una cosa en la mano. No podía ver lo que hacía en la habitación, pero supo qué era; se había cogido una linterna, vio el haz de luz salir por su ventana reflejado en el patio. María se acercó al patio para confirmarlo, su madre hacía luces por la ventana. En el patio de en frente, el vecino, el viudo que vivía en frente y se la beneficiaba, también hacía parpadear una luz pequeñita
    
    María volvió a la cama y alertó a su hermano.
    
    ¡Estás loca!
    
    ¡Que no Antonio! ¡Te lo juro!
    
    Antes de que él respondiera, oyeron unos suaves golpecitos en la puerta de la casa. Su madre abrió con suavidad la puerta y oyeron pasos. Los dos hermanos se taparon con las sábanas haciéndose los dormidos cuando su madre miró por la puerta y, al corroborar que los jóvenes dormían plácidamente, abrió la de la entrada y la oyeron susurrar.
    
    Pasos hasta la habitación. La puerta cerrada. Risitas. Los muelles de la cama crujen.
    
    Antonio asomó la cabeza para mirar a María intrigado, ella le devolvió la mirada con un “¿Ves?”
    
    Los golpes eran más intensos que cuando su padre la follaba; los gemidos más cortos y suaves, como si quisiera amortiguarlos.
    
    Ni uno ni otra pudieron evitar masturbarse de lo cachondos que se pusieron.
    
    La noche siguiente ocurrió exactamente lo mismo; anunciaron su “libertad” como luciérnagas, ella comprobó que los chicos dormían y dejó entrar al macho.
    
    Antonio bajó de su litera sin acabarse la paja pero con un evidente ...
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